La comunidad de Bogotá se encuentra conmocionada por el cruel asesinato de Dani Miranda Yanez, una joven de 27 años oriunda de Bolívar. Este trágico suceso se suma a la alarmante cifra de feminicidios registrados en lo que va del año en el país.
Miranda Yanez, quien vivía en el barrio Santa Rita, en la localidad de Suba, desde hace nueve años tras emigrar de su pueblo natal, Magangué, en busca de oportunidades laborales, fue atacada brutalmente con un arma blanca la noche del pasado martes 6 de agosto.
El principal sospechoso es su pareja sentimental, David Martínez Jiménez, quien presuntamente la agredió dentro de la vivienda que compartían, en presencia de sus hijos menores de edad. Actualmente, Martínez Jiménez es buscado por las autoridades.
Vecinos de la pareja relataron a las autoridades que, el presunto feminicida fue visto consumiendo licor cerca de la vivienda antes de que se escucharan gritos provenientes del interior. Fueron estos mismos vecinos quienes descubrieron el cuerpo de Dani en la sala, yaciendo en un charco de sangre, con aproximadamente 17 puñaladas.
Versiones preliminares, además, indican que, tras cometer el asesinato, Martínez Jiménez se llevó a los dos hijos menores de la pareja, cuyo paradero se desconoce. Los otros dos niños mayores quedaron en la escena del crimen y están bajo la custodia del Instituto de Bienestar Familiar, que trabaja en el restablecimiento de sus derechos.
“Alrededor de las 3:00 p.m., se conoció el caso de un homicidio a una mujer en la localidad de Suba, la información preliminar da cuenta de la discusión de la víctima una mujer de 27 años de edad, con su pareja sentimental. La víctima presenta lesiones con arma cortopunzante; sin embargo, este hecho es materia de investigación”, aseguró el coronel William Lara, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Según testimonios de personas cercanas, Dani Miranda sufría desde hace años maltratos físicos y psicológicos por parte de su pareja, aunque nunca se atrevió a denunciarlo. Recientemente, debido al empeoramiento de la relación, la joven había decidido regresar temporalmente a Magangué para estar con sus familiares. Sin embargo, regresó a Bogotá hace 15 días, donde lamentablemente encontró un trágico final.
Vecinos también mencionaron que en los días previos al feminicidio se escucharon gritos de auxilio provenientes de la casa, y que la comunidad sospechaba que Dani estaba prácticamente secuestrada, junto a sus hijos, desde su regreso de Magangué.
Este caso ha generado una ola de rechazo y exige una acción contundente por parte de las autoridades para capturar al responsable y prevenir futuros feminicidios en el país.