James Díaz, alcalde del municipio de Toribío (Cauca), confirmó una incursión armada en la zona rural de ese municipio, que dejó al menos una persona muerta y otra desaparecida.
“Me reportan, por el momento, que una persona fue ultimada con arma de fuego, mientras que buscan a otra de las víctimas mortales de esta situación, registrada en las primeras horas de la mañana de este martes 6 de agosto, en el sector de Loma Linda, el cual le corresponde al resguardo de Tacueyó”, precisó el mandatario.
Según líderes comuneros de la zona, se registraron combates entre grupos armados al margen de la ley y después se presentó el homicidio.
“Se trata de la guerra entre el frente 57 y el frente Dagoberto Ramos de las Farc, la cual hasta el momento ha cobrado la vida de más de siete personas en las últimas semanas, generando terror entre los comuneros de los resguardos de esta zona”, informó uno de los representantes del área de Derechos Humanos del Consejo Regional Indígena del Norte del Cauca (Cric).
El crimen y la desaparición se registraron tras el asesinato del líder comunero Dino Ul Musicué, también en un ataque ejecutado por hombres armados en el sector de El Nilo, zona rural de Caloto.
“Rechazamos este conflicto armado que vivimos en el territorio, en los últimos seis días son más de siete personas asesinadas en medio de esta confrontación, varias mujeres heridas; uno invita a recapacitar a los actores armados porque las personas que están perdiendo la vida son hermanos indígenas. Este llamado se da luego del asesinato del señor Osnas Yatacué cuando era trasladado en una ambulancia”, agregó el alcalde Díaz, quien pidió al Gobierno modificar la forma cómo se adelantan los operativos en el norte de departamento.
“Las autoridades les da miedo hablar, pero todo empezó con la llegada del frente 57 Jair Bermúdez a los municipios del norte del Cauca, anunciando que acabarían con el frente Dagoberto Ramos de las Farc, eso pasó a principios de este año 2024 y mire ya las consecuencias”, denunciaron líderes comunales.
Los hechos ocurrieron al tiempo que se enfrentan las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), en zonas rurales de los municipios de Silvia, Totoró y Páez-Belalcázar, en medio de comunidades indígenas y campesinas.