El brutal asesinato a golpes de Harold Enrique Polo Guardo, de 33 años, en la vía a Barú, ha causado consternación y repudio en Cartagena, sobre todo en su barrio: Olaya Herrera. Transeúntes lo hallaron muerto en la madrugada del domingo, a un costado de la carretera.
Era supervisor de vigilancia de la empresa Prosea Ltda desde hace siete meses, pero tenía 12 años de experiencia como guarda de seguridad. Con su labor sacaba adelante a sus tres hijos y siempre fue visto en el sector Rafael Núñez, donde vivía, como un hombre alegre, carismático y trabajador.
Su familia está destrozada. No encuentra palabras para describir lo que vive en este momento; sin embargo, saca fuerzas para pedir justicia y asegurar que Harold era un buen hombre y no tenía amenazas o líos.
“Mi hijo era querido por todos. En su empresa también lo querían mucho, es más, le decían ‘el Pechiche’, porque siempre estaba atento a todo, siempre participaba en todo y se hacía querer por su personalidad. Nunca le conocimos amenazas o problemas, por eso es injusto que me lo quitaran de esa manera”, contó Edith Guardo, su madre.
Añadió que “le robaron todo, desde sus documentos hasta su arma de dotación, su chaleco, incluso sus zapatos. Le dejaron el rostro irreconocible. Mi hijo solamente se encontraba haciendo su trabajo que consistía en hacer un recorrido y supervisión por varios puntos de vigilancia”.
El crimen
No es claro el sitio exacto hacia donde se dirigía y si iba solo o acompañado, lo cierto es que pasada la medianoche un transeúnte lo encontró sin vida, sobre un charco de sangre y a un costado de la carretera. Tenía su uniforme, su carnet de identificación, pero ya no estaba su moto ni demás pertenencias.
Su cuerpo estaba bocabajo y rodeado de maleza. De inmediato fueron alertadas las autoridades, llegando así patrulleros de la Policía Metropolitana que confirmaron su identidad y añadieron que fue asesinado con un objeto contundente.
El golpe en la cabeza habría sido producido con un madero o piedra y la principal hipótesis que maneja la Policía es un hurto. No descartan que los delincuentes lo tomaran por sorpresa o se ganaran su confianza para luego golpearlo en repetidas ocasiones, evitando que el vigilante pudiera defenderse.
Las autoridades se encuentran investigando lo ocurrido y por el momento no hay capturados. Adelantan el seguimiento y análisis de cámaras de seguridad del sector para establecer el recorrido de la víctima esa noche y quién pudo interceptarlo.
Creador de contenido
Además de dedicarse a la vigilancia, Harold era creador de contenido. Tenía un perfil en Facebook llamado Las Ocurrencias del Mou, donde publicaba celebraciones, artistas de champeta, chistes, videos de humor y todo tipo de información para tener a sus seguidores alegres y entretenidos.
Siempre asistía a eventos del barrio y grababa los momentos más cómicos de sus amigos; incluso, se atrevió a cantar champeta y grabar una canción. Cuentas sus allegados que nunca tenía pena para hablar en público o hacer chistes. “Lo vamos a extrañar toda la vida”, escribió una amiga en sus redes sociales.