Hasta un establecimiento comercial denominado “La oficina de Sinaloa”, llegaron tres hombres armados, quienes ingresaron abruptamente buscando a su objetivo.
Jesús Yovanny Saad Sinisterra, un vigilante informal conocido en la zona, se encontraba en el segundo piso del establecimiento cuando los atacantes lo encontraron. Sin previo aviso, comenzaron a dispararle repetidamente. El ataque se perpetró hacia las 10:30 p.m. del pasado viernes, 2 de agosto, en la invasión La Fortaleza, en Cúcuta.
Según testigos, Saad intentó refugiarse detrás de la barra, pero los atacantes lo siguieron y continuaron disparando hasta asegurarse de su muerte. En el tiroteo, también resultó herida la administradora del local, quien recibió dos disparos y fue trasladada de urgencia al Policlínico de Atalaya, donde posteriormente fue remitida a una clínica para recibir atención especializada.
Los agresores, tras cometer el crimen, huyeron hacia la invasión Brisas del Mirador, una zona peligrosa controlada por un líder criminal conocido como alias Porras. La escena en “La oficina de Sinaloa” quedó sumida en el caos mientras los testigos intentaban asimilar lo ocurrido.
La Policía Metropolitana de Cúcuta y la Brigada Interinstitucional de Homicidios llegaron poco después para realizar la inspección de la escena y el levantamiento del cuerpo. En el lugar, las autoridades encontraron un proveedor de pistola y 12 casquillos calibre 9 milímetros.
La víctima, también conocida en el mundo delictivo como ‘Bola 8′, ‘El Negro Vladimir’ y ‘Chocolate’, tenía un historial criminal extenso, con antecedentes por amenazas, extorsión, concierto para delinquir, y porte ilegal de armas. Jesús Yovanny había estado vinculado a diversas bandas criminales, incluyendo Los Rastrojos y el Clan Úsuga. Tras su captura en 2015, fue encarcelado, pero con su salida se unió a la organización criminal Tren de Aragua. Fue nuevamente arrestado en noviembre de 2022 durante un allanamiento en Los Patios.
Las autoridades investigan si su asesinato podría estar relacionado con el reciente homicidio de Nelson Ramírez Leal, alias Puchi, ocurrido en julio pasado. Ambos compartían un pasado criminal similar, habiendo sido capturados juntos en una operación contra el Clan Úsuga en 2015, lo que sugiere una posible conexión entre ambos casos.
