En alerta se encuentran las autoridades de Bogotá debido al uso de escopolamina para robar e incluso asesinar a personas. La víctima más reciente de esta delincuente fue identificada como Jaime Alberto Gómez Ariza, un hombre de 48 años, quien murió luego de ser drogado con esta sustancia.
Gómez Ariza permaneció durante varios días desparecido y cuando lo hallaron, estaba sin vida en un hospital de Chapinero, donde se confirmó que murió por una sobredosis de escopolamina.
De acuerdo con las primeras pesquisas de este caso, la responsable sería una mujer, a quien conocen como la “reina de la escopolamina”. Una cámara captó a esta mujer en el mismo establecimiento donde se encontraba Jaime Alberto departiendo junto a varios de sus compañeros de trabajo, en el sector de Teusaquillo, en Bogotá.
En dicho establecimiento, la mujer, presuntamente, drogó a Jaime y a sus amigos; los dejó en estado de indefensión. Luego hizo que la llevaran hasta una vivienda, las cámaras del inmueble también la captaron.
“El domingo en la tarde nos llamaron de Medicina Legal y nos dijeron que habían encontrado a Jaime deambulando solo. Cuando lo encontraron, le habían robado el celular, unos audífonos y el reloj. Pero lo peor es que, luego de encontrarlo, lo llevaron al hospital de Chapinero, donde desafortunadamente murió por una sobredosis de escopolamina que le suministró esta mujer a la que conoció en ese bar”, aseguró Alexandra Aparicio Ariza, la prima de Alberto, a Q’Hubo Bogotá.
El caso fue también fue denunciado a través de Noticias Caracol y luego de esto, una de las víctimas de esta mujer la reconoció y, al compararla con los videos de su robo, encontró que sería la misma: pelo largo, negro, crespo, ropa y modo de caminar daría cuenta que se trata de una persona que acecha a hombres alicorados para luego darles escopolamina.
“Absolutamente es la misma. Tanto así que no se cambia de ropa. Creo que tiene el pie izquierdo cojo y cuando la vi en el noticiero dije que es la misma. Al haber ya un muerto, el susto es terrible. Gracias a Dios estoy vivo y puedo contar este testimonio a las demás personas. Que se cuiden para que pueda ser capturada”, dijo Javier Robayo, al citado noticiero.
Tras el ataque, el hombre contó que quedó con varias secuelas. “Realmente me encuentro mal, mucha migraña, no puede uno dormir, no tiene tranquilidad. Estábamos con unos amigos departiendo, llegamos a mi casa, un amigo trajo a la chica y pues me drogó hasta el perro. Realmente no me acuerdo más, me dio la escopolamina en el trago”, agregó la víctima de la “reina de la escopolamina”.
Entre tanto, de Jaime Alberto Gómez Ariza se conoció que era papá de tres niñas y su familia lo recuerda como un hombre dicharachero, divertido y amable.
En lo corrido de 2024 ya van 462 personas a las que les han suministrado esa sustancia para ponerlas en estado de indefensión y así robarlas.