El miércoles 11 de octubre de 2023, la tranquilidad de la vereda Santa Ana, en la zona rural de Abejorral, Antioquia, se vio interrumpida por gritos y disparos. Tres cuerpos fueron encontrados en el camino: una mujer a 25 metros de dos hombres. No solo fueron atacados a tiros, sino también con armas blancas. El único testigo fue un niño de 2 años que lo vio todo.
Las víctimas fueron identificadas como Cristian Rufino Zuluaga Soto, padre del niño; Leidy Johana Cardona Hurtado, esposa de Cristian; y Abelardo Antonio Cortés Ríos, de 32 años.
De acuerdo información revelada por EL TIEMPO, esta semana, se supo que el presunto responsable de la masacre es Janer Iván Morales Poveda. La Fiscalía le imputó cargos por feminicidio agravado, homicidio agravado, y tráfico, porte o tenencia de armas de fuego. Estos cargos no fueron aceptados por Morales Poveda.
Mató a su expareja también
La Fiscalía informó que Morales Poveda habría retenido a su expareja y la atacó 15 veces con un arma blanca, además de dispararle dos veces. Este acto sería una represalia contra la mujer, con quien había mantenido una relación de ocho años. En el momento del crimen, Morales Poveda cumplía una condena de casa por cárcel y se había quitado el brazalete de monitoreo.
Morales Poveda está actualmente preso por varios homicidios en Huila y se investiga su participación en otros crímenes. Es conocido en los medios locales como ‘Satanás’ y en el mundo criminal como ‘Porcelana’. Su historial incluye desde microtráfico hasta desplazamiento forzado y supuestos pactos con el diablo.
Fue capturado el 30 de mayo en la zona rural de Gigante, Huila. Janer Iván huyó de casa a los 14 años, y su hermano lo encontró semanas después, pero desistió de seguirlo al ver que había matado a tres personas para apoderarse de un negocio de microtráfico.
Durante su adolescencia, ‘Porcelana’ recorrió el Eje Cafetero en busca de negocios ilegales. Trabajó para varios líderes criminales, ganando su confianza al “limpiar” zonas para la venta de drogas y cumpliendo con asesinatos a sueldo. Su reputación de sanguinario se extendió entre los recolectores de café.
Se le acusa de matar a vendedores de drogas, en su mayoría andariegos, para apoderarse de sus negocios. Se rumorea que descuartizaba y enterraba a sus víctimas para borrar todo rastro.
En entrevistas con autoridades judiciales, Morales Poveda confesó haber estado preso en casi todas las cárceles del país y fundó un grupo criminal llamado ‘Los Andariegos’ en 2014.
Morales Poveda conoció a Leidy Johana Cardona Hurtado mientras estaba en prisión. Ella dejó de visitarlo dos años antes del crimen, y al enterarse de su nueva pareja, Morales Poveda rompió con la casa por cárcel para vengarse. En diciembre de 2023, se emitió una orden de captura en su contra.
Durante su captura, se informó de lluvias y derrumbes que dificultaron el proceso. Finalmente, fue encontrado en una vivienda en la vereda Pensilvania, donde fue capturado por más de 20 uniformados en medio de una tormenta. Actualmente, espera el proceso judicial por su posible autoría en el triple crimen que sacudió a Abejorral.
El pacto con el diablo
Uno de los aspectos más sorprendentes de la investigación es la declaración de Janer Iván sobre un supuesto pacto con el diablo entre 1998 y 2013. Según él, tenía un acuerdo para entregar hasta tres víctimas por semana a cambio de poder y protección. Este pacto, según Janer Iván, le permitió asesinar a líderes de bandas rivales y controlar puntos de distribución de drogas. Sin embargo, el pacto se rompió cuando el diablo le pidió la vida de su madre o de otro familiar.
Para el psicólogo forense Belisario Valbuena, tales declaraciones no son nuevas entre asesinos. Casos similares incluyen a Alfredo Garavito y Tomás Maldonado, quienes también afirmaron tener pactos o realizar rituales con sus víctimas. Valbuena sugiere que estos pactos pueden ser excusas para justificar sus crímenes, aunque no descarta la posibilidad de rituales en los lugares de los crímenes.
La captura de Janer Iván estuvo rodeada de eventos inusuales, como lluvias torrenciales y derrumbes, lo que llevó a las autoridades a buscar ayuda de un sacerdote local para orar por su captura. Finalmente, fue encontrado en una vivienda en la vereda Pensilvania, donde más de 20 uniformados lograron arrestarlo, aunque su arma no se pudo accionar por razones desconocidas.
Actualmente, las investigaciones continúan para comprobar los otros delitos de los que se le acusa. Morales Poveda ha declarado que ninguna condena lo detendrá.
