Hoy se cumplen dos meses desde la misteriosa desaparición del sacerdote Darío Valencia Uribe en Pereira. El principal sospechoso de este caso se encuentra actualmente en París, Francia. A pesar de que se cree que podría tener información sobre el paradero del clérigo desaparecido, no será interrogado en el corto plazo debido a la ausencia de un proceso de extradición formal entre Colombia y Francia.
Según reveló El Tiempo, la Fiscalía no puede enviar una comisión para interrogar al sospechoso. Este individuo fue detenido después de que Interpol emitiera una alerta roja en su contra, pero actualmente podría estar en libertad mientras se tramita su posible extradición.
El obispo de Pereira, monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, había anunciado anteriormente que una comisión viajaría a París para buscar respuestas, pero debido a la falta de un acuerdo de extradición, esto no podrá concretarse por el momento.
La extraña desaparición del sacerdote
La desaparición de Valencia ocurrió días después de que fuera visto por última vez en un video de una cámara de seguridad con el sospechoso, a quien le quería vender su vehículo.
En el material audiovisual se ve al padre Valencia y a un hombre vestido con ropa y gorra de colores negros subiéndose a una camioneta Nissan Frontier propiedad del clérigo.
Al día siguiente de la desaparición del padre Darío, su camioneta fue encontrada en un lavadero de carros en el municipio de Viterbo (Caldas).
El vehículo no tenía una de sus sillas y en su interior se encontraron rastros de sangre, así como un orificio en el tablero producido por un proyectil de arma de fuego. Este hallazgo aumentó la angustia entre los familiares del sacerdote, sus amigos, allegados y colegas de la Diócesis de Pereira.
Monseñor Corredor ha instado a los fieles a orar por el pronto hallazgo del sacerdote, recordando que tanto la Diócesis de Pereira como los familiares del padre Valencia se han constituido legalmente como víctimas de desaparición forzada en este caso.
