Walberto Martínez Gutiérrez conoció el oscuro mundo de las drogas siendo un adolescente. Por más que sus familiares intentaron sacarlo de ese terrible hueco en el que cayó a los 15 años, no pudieron y terminó viviendo en las calles de Cartagena.
El hombre se alejó de su hogar, en el barrio Fredonia; comenzó a recorrer otras calles y buscar refugio en otras personas. Se convirtió en una persona en condición de calle y sólo vivía para drogarse; sin embargo, su familia siguió apoyándolo.
Sus días se acabaron en madrugada de este lunes, 17 de junio, a los 39 años, en una blanca y fría cama de UCI del Hospital Universitario del Caribe, en donde estaba desde hace dos meses a causa de seis balazos en su cuerpo.
Un pariente de Walberto contó detalles de lo ocurrido a mediados del mes de abril. “Él se encontraba por el viejo Puente Heredia, ubicado entre Puerto Duro y el Pie del Cerro, allá le pasó eso”, contó a El Universal el familiar.
Añadió al citado medio que “no sabemos todos los detalles, pero nos contaron que Walberto estaba caminando por allá cuando un policía le dio seis balazos. Nos contaron que desde hace meses el patrullero le tenía la mala a mi familiar”.
Tras recibir los proyectiles, la víctima fue llevada al Hospital Universitario, pero nunca tuvo una mejoría. “Siempre estuvo mal y hace unos días comenzó a complicarse. Le dispararon en el pecho, en el abdomen, en todos lados. Él no merecía eso”, relató el allegado.
Afirmó que la víctima no tenía armas en su poder y tampoco una orden de captura o señalamiento, por eso no comprende por qué un patrullero actuó de esa manera. “Dicen que Walberto y ese policía discutían, pero no era para que lo mataran”, agregó.
Los parientes de la víctima hablan con miedo, tienen temor de represalias y por eso omiten información sobre el presunto asesino; sin embargo, piden a la autoridad investigación y justicia.
Walberto no deja hijos y, al parecer, se dedicaba al reciclaje en el Centro y Pie del Cerro.