Luego de siete días de angustia e incertidumbre, Yusli Tatiana Arévalo Navarro, quien había sido secuestrada en zona rural del municipio de Ocaña, Norte de Santander, por hombres armados, recuperó su libertad.
Esta joven fotógrafa, de 27 años, fue liberada la madrugada de este viernes, 24 de mayo, según indicaron las autoridades. Yusli Tatiana, según las primeras versiones, fue encontrada en el casco urbano de la zona, en estado de debilidad y con signos de deshidratación.
Quienes hallaron a la joven de inmediato alertaron a las autoridades y la trasladaron al hospital regional Emiro Quintero Cañizares, donde, actualmente, se encuentra bajo observación médica y le están realizando chequeos para determinar su estado de salud antes de reencontrarla con su familia.
Por ahora se desconoce si las autoridades lograron ubicar y capturar a los responsables de este secuestro, delito que ha afectado a varias familias de esta región norte santandereana.
La sacaron de su casa
La noche del pasado sábado, 18 de mayo, hombres armados irrumpieron en la finca La Esmeralda, ubicada en el corregimiento Aguas Claras. Eran las 10 de la noche, cuando se llevaron por la fuerza a Yusli Tatiana Arévalo Navarro, una reconocida fotógrafa de 27 años.
La víctima, hija del agricultor y comerciante Hermides Arévalo, ha sumido a los habitantes de la zona en un estado de intranquilidad y zozobra. Este suceso ocurre apenas tres días después del trágico fallecimiento de Jorge Solano Jácome, otro residente local.
En respuesta a estos hechos, el Departamento de Policía Norte de Santander emitió un comunicado condenando enérgicamente cualquier delito que afecte la vida e integridad de las mujeres.
Las autoridades, una vez informadas, se desplazaron al corregimiento para brindar apoyo a la familia de la víctima y recabar información relevante para la investigación del caso. Asimismo, se ha implementado un dispositivo especial a cargo del Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula), en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, con el objetivo de llevar a cabo operativos para el rescate o liberación de la persona secuestrada.
Este secuestro hizo que los habitantes y gremios de Ocaña realizaran un marchan, en la cual condenaron esta práctica y exigieron a los grupos armados cesar su actividad violenta.