El pasado domingo 19 de mayo, una emergencia de salud se desató en el patio cuatro de la cárcel de Palmira, en el Valle del Cauca, debido a la ingesta de una bebida artesanal altamente tóxica por parte de varios reclusos.
Los presos elaboraron la bebida añadiendo un energizante y pastillas estimulantes sexuales, aunque los demás ingredientes y la preparación exacta permanecen desconocidos.
Según información de RCN Radio, seis reclusos participaron en la preparación de la bebida y al menos cinco la consumieron. Como resultado, dos de ellos fallecieron y tres más están en estado crítico en el hospital local de Palmira y la Clínica Colombia de Cali.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) informó que, tras conocerse la situación, los reclusos afectados fueron trasladados a centros asistenciales para recibir atención médica. El reporte médico hasta el momento es grave. Se están realizando investigaciones para determinar la composición exacta de la bebida ingerida.
Se presume que esta bebida podría ser “Chamber”, una mezcla artesanal común en las cárceles que puede actuar como bebida embriagante y contener sustancias energizantes o estimulantes sexuales. Sin embargo, esta información aún no ha sido confirmada por el Inpec.
Cabe mencionar que los domingos son días de visitas conyugales en la cárcel de Palmira.
¿Qué contiene el ‘Chamber?
‘El Chamberlain’ es una bebida con una mezcla peligrosa de ingredientes que van desde alcohol antiséptico hasta alcohol industrial, con una base compuesta por leche condensada, chocolate en polvo, leche, agua y refresco.
El toxicólogo Andrés Olaya del Hospital Santa Clara de Bogotá advirtió sobre los peligros de este cóctel artesanal, destacando que su consumo puede llevar a consecuencias devastadoras, incluso la muerte, especialmente si se ingiere en grandes cantidades o si se confunde el tipo de alcohol utilizado.
“Esta mezcla puede llevar incluso a la muerte si se consume en grandes cantidades, porque solo el alcohol puede causar depresión respiratoria, broncoaspiración, pérdida del reflejo de la vía aérea. Si se llega a confundir el antiséptico con el industrial, el consumidor puede presentar ceguera, daños neurológicos y perder la vida”, afirmó el experto.
Conocido también como “el último trago”, el Chamberlain se ha convertido en un reemplazo barato del licor para habitantes de calle y reclusos, quienes pueden conseguir una botella por tan solo 2.000 pesos. Esta tendencia, alimentada por la accesibilidad y el bajo costo, ha llevado a un aumento preocupante en los casos de intoxicación y problemas de salud relacionados con su consumo.