Las autoridades dieron a conocer en las últimas horas que el hombre señalado de asesinar al médico Juan Guillermo Aristizábal Vásquez, de 58 años, en la mañana del pasado jueves en la Clínica Medellín, de El Poblado, fue Jhon Ferney Cano González, de 34 años, quien habría sido su paciente hace algunos años e, incluso, se le habría hecho una intervención quirúrgica que sería el origen de las diferencias entre ambos que llevaron a este crimen.
Según explicó el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, un hombre, quien sería Jhon Ferney, llegó a las afueras del consultorio del médico Aristizábal, quien se encontraba revisando las historias médicas de unos pacientes para hacer unas intervenciones quirúrgicas en horas de la tarde.
“Cuando llega el momento, se levanta y hiere a la enfermera del consultorio. Posteriormente ingresa al consultorio y agrede físicamente al médico con el arma de fuego, ocasionándole la muerte”, dijo el secretario.
Después de conocerse de los disparos que no solo le costaron la muerte al médico, sino que previamente habían dejado lesionada a la asistente que tenía en ese médico, identificada como Daniela Díaz, los uniformados iniciaron un gran operativo para dar con el responsable de este ataque.
El comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Lamprea, explicó que “tras cometer el crimen, la persona señalada del homicidio se atrincheró en uno de los consultorios y posteriormente se presenta la conflagración. Esta se llena de humo y cuando entran nuestras unidades, encuentran que faltaba la puerta del baño y allí encuentran el cuerpo de una persona, al parecer quien atacó al médico, y al lado un arma de fuego”.
Antes de encontrar el cadáver, los uniformados procedieron a romper los vidrios del consultorio para permitir la salida del humo, ocasionado, al parecer, por Cano González, quien habría provocado la conflagración con el fin disuadir el accionar de las unidades policiales.
Inicialmente, cuando encontraron el cuerpo de Cano González, los investigadores judiciales habían dejado su cadáver sin identificar, porque no le encontraron documentos, pero después se conoció oficialmente de quién se trataba.
Trascendió en los reportes del caso que luego de encontrar los cadáveres del médico y de Cano González, que los uniformados debieron recibir atención por afectaciones originadas por la inhalación de humo.
De este paciente fallecido, quien residía en el barrio Viviendas del Sur, de Itagüí, los médicos que conocieron la historia indicaron que se trataba de un paciente complejo y con medidas restrictivas para ingresar al consultorio del urólogo Aristizábal Vásquez, tanto así que su asistente siempre le restringiría el acceso, pero esta mujer se encontraba incapacitada, por lo que Díaz se encontraba reemplazándola al momento del ataque. Aseguraron que la lesionada no tenía conocimiento de la situación, por lo que no aplicó los protocolos que sí hacía la titular del puesto.
Las autoridades se encuentran analizando el historial médico de Cano González, ya que algunas versiones indicarían que estaba siendo tratado en este mismo centro asistencial por otros problemas de salud, situación que daría pie a que se registraran frecuentes agresiones verbales en contra del galeno cada que acudía a citas por otra especialidad.
Los diferentes organismos médicos, así como el propio Ministerio de Salud, rechazaron estos hechos que vulneran gravemente el Derecho Internacional Humanitario y pidieron a las autoridades mayores garantías para ejercer su labor, ya que en Colombia el año pasado se registraron 511 agresiones contra el personal de la salud, de las cuales 78 ocurrieron en Antioquia, más que en cualquier otro departamento del país, según la Misión Médica de Colombia.
Lo que más preocupa de este reporte, es que el 73% de estas agresiones tienen que ver con actos de intolerancia contra el personal médico, tanto en los hospitales como en la calles.
