En el barrio Tisquesusa, ubicado en la localidad de Engativá en Bogotá, los residentes, hartos de la creciente delincuencia en la ciudad, hicieron justicia por mano propia contra una banda de ladrones que había perpetrado un secuestro en una vivienda con el fin de hurtar las pertenencias de una familia.
La comunidad logró interceptar a dos de los delincuentes, uno de los cuales rompió en lágrimas y suplicó clemencia para evitar más golpes por parte de los vecinos.
“No me peguen”, pedía el ladrón al que la comunidad que, enceguecida por la ira, le quitó gran parte de la ropa tras descubrirlo con su cómplice en pleno delito. Los demás ladrones lograron huir.
Según los vecinos del sector, los ladrones tenían como objetivo hurtar joyas, dinero, computadores y además, robarse el carro de la familia. Una cámara de seguridad captó el momento en que los delincuentes llegaron en un taxi hasta la vivienda en el barrio Tisquesusa.
Los asaltantes encañonaron a los habitantes de la vivienda, quienes intentaban parquear una camioneta. Afortunadamente, el cuerpo de seguridad del barrio atendió esta emergencia y pudo retener a dos de los cuatro ladrones que habían cometido el ilícito.
Los objetos, incluido el vehículo, fueron recuperados por la comunidad. Dos ladrones lograron escapar en motocicletas que los estaban esperando cuadras adelante.