Las Fuerzas Militares de Colombia se encuentran en alerta debido a la reducción de su flota aérea, resultado del cumplimiento total de las horas de vuelo de sus helicópteros y la ruptura de contratos con Rusia, anunciada por el presidente Gustavo Petro hace varias semanas.
Esta situación ha generado preocupación en el sector militar, especialmente debido al terreno geográfico diverso que caracteriza muchas zonas del país, donde los helicópteros desempeñan un papel crucial en el traslado de tropas, el abastecimiento y la realización de misiones humanitarias, entre otras funciones.
Actualmente, 11 de los 20 helicópteros rusos MI-17 que pertenecen al Ejército Nacional se encuentran inactivos, ya que han alcanzado el límite de las 2.000 horas de vuelo requeridas antes de entrar en mantenimiento.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, expresó: «Estamos conservando una cantidad de helicópteros para evitar el deterioro mientras solucionamos esta situación provocada por el mantenimiento que debían realizar las empresas rusas».
Esta reducción en la flota aérea representa un desafío significativo para la seguridad nacional de Colombia, y las autoridades militares están trabajando diligentemente para encontrar soluciones que garanticen la capacidad operativa de las fuerzas armadas en todo momento.