“Ramiro no era un animal, así que vamos a denunciar y vamos a exigir justicia. El que lo mató debe pagar, porque nadie merece que le hagan eso”. La familia de Ramiro León Álvarez está indignada, llena de dolor y esperando que el caso no quede impune.
Al hombre, de 38 años, lo asesinaron de una cuchillada en el tórax, en la madrugada de este domingo 3 de marzo, en el sector Ricaurte de Olaya Herrera, en Cartagena, justo en la zona conocida como la Bomba del Tigre
Sus allegados realizaban esta mañana los trámites de identificación del cuerpo en la morgue de Medicina Legal y allí aseguraron que el homicidio de Ramiro o ‘Gislapo’, como le decían de cariño, fue un acto de intolerancia, maldad y cobardía.
Testigos del horror
“Él no era una persona de problema, sólo se dedicaba al reciclaje y en eso estaba cuando lo mataron. Un amigo de él, que lo acompañaba en ese momento, nos contó qué le pasó, pero lo más triste es que su hijo menor lo vio morir”, dijo la pariente a este medio.
Añadió que “lo que nos cuentan es que eran las 12:30 de la madrugada y Ramiro estaba buscando elementos entre la basura. Cerca al caño de la Bomba del Tigre hay un basurero satélite y allí estaba él y su amigo rebuscando”.
Relató que en ese momento apareció un sujeto que portaba un arma de fuego y un cuchillo, insultó a ‘Gislapo’ y a su compañero, seguido se les abalanzó. “Quedaron paralizados porque ese tipo estaba armado y en ese momento ‘Gislapo’ recibió la cuchillada en el pecho, cayó boca abajo y no se paró más. Su amigó escapó atemorizado, mientras que el agresor se fue caminando hacia la avenida Pedro Romero. Ese tipo estaba borracho, nos dijo el testigo”., afirmó la allegada.
‘Gislapo’ tenía dos hijos, el menor de ellos, de 16 años, tuvo que levantar a su papá de aquel charco de sangre. Tal parece que el menor escuchó sobre un homicidio y quiso ver de quien se trataba. Triste fue su sorpresa cuando vio que era su papá.
“El hijo intentó levantarlo, luego llegó la Policía y se lo llevó a un centro médico, pero no aguantó. El pelaito llevó a los patrulleros a la casa de ‘Gislapo’, quien vivía con su mamá a sólo unas cuadras del lugar de los hechos, para que les dijera lo que había pasado”, relató.
La familia es tajante en afirmar que la víctima no estaba armada, no estaba ebria y tampoco era conflictiva. Creen que el tipo lo atacó porque estaba borracho. “Luego nos dijeron que el man fue capturado en el CAI de la Arrocera, pero decía que era inocente, entonces no sabemos si lo soltaron o no. Nosotros denunciaremos mañana (lunes) ante la Fiscalía”, agregó.
