Laura Isabel Lopera es la última víctima de un presunto caso de feminicidio en Medellín, de acuerdo con la Fiscalía. Su cuerpo fue ocultado dentro de una maleta y dejado en una residencia en la comuna de Villa Hermosa. En una entrevista con SEMANA, su familia compartió el calvario que vivieron al intentar encontrar a la mujer.
Fue reportada como desaparecida el viernes pasado, después de salir a una cita con su novio, un ciudadano extranjero que conoció a través de las redes sociales. Aunque no tenía un teléfono móvil para informarle a su madre sobre su ubicación, se esforzaba por mantener comunicación periódica con su hogar.
Ese día, al no proporcionar su ubicación, la incertidumbre creció entre sus seres queridos con el transcurso de las horas. En casa la esperaban su hija de tres años, su madre y dos hermanos. Ante la preocupante situación, decidieron alertar a la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y a la Fiscalía General de la Nación.
La única pista disponible indicaba que pasó sus últimas horas con Jesse Gilbert Wiseman, un hombre de 50 años de nacionalidad canadiense que había conquistado su corazón. Las autoridades centraron su atención en esta relación para esclarecer la desaparición, mientras que la familia seguía los mismos pasos.
Un amigo de la víctima reveló la ubicación de la residencia del hombre, lugar que Laura Isabel Lopera visitaba con frecuencia: un inmueble con siete habitaciones exclusivamente para él, situado en un tercer piso del barrio Sucre. El turista había alquilado el lugar por tres meses seguidos y había realizado el pago por adelantado para generar confianza en la mujer que le facilitó la casa.
Su hermano, Juan Manuel Lopera, dijo en SEMANA que la familia se desplazó hasta ese sitio este sábado: “Fuimos a mirar dónde era y ya le preguntamos a la dueña de la casa que, si había visto a la chica, dijo que sí. Le mostramos la denuncia de la Fiscalía y, muy formal, nos abrió la puerta para mirar qué era lo que pasaba”.
