Desanimados e indignados quedaron cuatro integrantes de una familia en el barrio Motilones, luego de que la inseguridad tocara la puerta de su casa y descaradamente dos hombre entraron para acabar con su tranquilidad.
Era la 1:00 de la tarde, del pasado martes, y las víctimas descansaban, mientras esperaban para almorzar, cuando dos desconocidos abrieron la puerta del porche e ingresaron a la vivienda, ubicada en la calle 12 con avenida 4, del barrio Motilones.
Al cerrar la puerta de la sala, los delincuentes fueron directo a donde estaba un joven y lo amarraron, dejándolo en una habitación que se encuentra en el patio de la casa.
Viendo lo que sucedía, el tío del joven no pudo defenderlo, pues uno de los asaltantes tenía un arma de fuego, mientras el otro había tomado un cuchillo de la cocina y con él lo amenazó para que se quedara en la hamaca donde estaba descansando, después de haber llegado de Tibú.
“Mi tío tiene un problema en la cadera que no le permite moverse bien. Cuando el intentó pararse, le fue imposible y uno de los hombres lo amenazó con el cuchillo para que no se parara, por eso no pudo hacer más”, aseguró una de las víctimas.
Al escuchar las discusiones que los delincuentes tenían con los otros integrantes de la familia, en medio del ajetreo del atraco, una abuela, de 76 años, dueña de la casa, salió de su habitación e intentó defender a sus familiares.
Sin embargo, la tomaron como rehén y con fuerza la obligaron a que les diera el dinero que tenía guardado en su habitación. Luego de revisar toda la vivienda, lograron llevarse más de $2 millones y dos celulares.
“Tuvieron hasta el descaro de tomarse unos yogures y gelatinas que habían en la nevera, mientras ni ‘nona’ se alteraba llena de nervios. Los descarados la tomaron a la fuerza y ella por más que intentara soltarse, nada pudo hacer”, añadió la víctima.
Treinta minutos después, entre su tranquilidad para robar, la desfachatez para moverse por la vivienda y el cinismo de hasta cambiarse de ropa, los hombres le pidieron las llaves de la moto al joven y fue así como huyeron en ella.
“Con tanto esfuerzo, él había logrado comprar esa moto que era su medio de trasporte y también su trabajo, ahora quedó sin nada por la inseguridad”, explicó otro de los familiares afectados.
Sin que los vecinos se enteraran de lo que sucedía al interior de la vivienda, los asaltantes salieron con tranquilamente. Abrieron el portón y huyeron en la moto.
La denuncia
Entre la impactante escena que vivieron en cuestión de minutos y con el tormentoso recuerdo, las cuatro personas víctimas del asalto llamaron a las autoridades, quienes arribaron a la vivienda para atender la situación y con los testigos, apoyados de videos de cámaras de seguridad de la zona, les siguen el rastro a los delincuentes.
Según se pudo conocer, uno de los delincuentes tenía un tatuaje de una pistola en el brazo.
Con esto, la familia pide a la Policía Metropolitana aumentar los patrullajes de la Policía y a quienes observen una moto con las mismas características de la hurtada, avisar a las autoridades para recuperarla.