El caso de acoso sexual que involucra a Alejandra Murgas, periodista y presentadora de Noticias Caracol, y a Alfredo Navas Alvis, un exmilitar, ha captado la atención del público. La situación llevó a un juez a imponer una medida de protección a favor de Murgas después de que denunciara ser víctima de acoso por parte de Navas.
Según los informes, Navas acosó a Murgas durante aproximadamente cinco meses, enviándole cartas, flores, peluches y chocolates. Además, se le vio frecuentemente en las inmediaciones de las instalaciones de Caracol Televisión. A pesar de las denuncias presentadas por Murgas, su caso inicialmente fue archivado 24 horas después de la querella, y aunque posteriormente se reactivó el proceso por constreñimiento, el fiscal del caso no se presentó a la audiencia.
La medida impuesta por el juez requiere que Navas se abstenga de acercarse a la comunicadora. Además, se verá obligado a asistir a un centro reeducativo y terapéutico donde será evaluado su comportamiento. En caso de que Navas incumpla esta medida, se enfrentará a la judicialización por parte de la autoridad competente.
El caso ha tomado un giro más preocupante con las denuncias de otras periodistas de Noticias Caracol, Lucía Fernanda Llanes y Katrina Melguizovski, quienes también afirmaron haber sido acosadas por Navas Alvis. En un incidente reciente, Melguizovski grabó en video cómo Navas Alvis la siguió en Transmilenio y luego hasta el canal.
Los seguidores de la periodista han manifestado que a pesar de las numerosas denuncias, a menudo solo se presta atención cuando el caso llega a la opinión pública. La situación de Murgas y otras periodistas resalta la urgente necesidad de revisar y fortalecer los mecanismos judiciales para abordar eficazmente los casos de acoso en el país.