Apasionado por la música, querido entre los suyos y con muchos sueños en los que estaba trabajando. La muerte sorprendió a Juan José Imitola Martínez al estar en el lugar equivocado.
Édgar Imitola, su padre, es consciente de ello y por eso lamenta la manera en que desconocidos acabaron con la vida de su hijo, el menor de dos hermanos, el músico que quería ser grande, que ya era reconocido en el barrio.
«Yo estaba trabajando, y cuando voy llegando a La Esperanza, una familiar viene corriendo y me dice que a Juan José le habían dado un tiro, que estaba en el CAP. Al llegar ya había muerto, la bala que recibió en la parte izquierda de las costillas acabó con él”, contó el padre de la víctima.
El ataque sicarial ocurrió a las 5:20 de la tarde del lunes 8 de enero en la calle Benjamín Herrera de La Esperanza. En ese mismo barrio, pero en otra calle vivía el joven, de 18 años, junto a su familia.
«A él le gustaba la música, era DJ y lo conocían como DJ Demoledor. Se acababa de graduar de bachiller y quería ser grande, ya sus vecinos conocían su talento”, cuenta Édgar mientras lamenta ese crimen, que califica de “injusto”.
El homicidio
El día de su muerte, Juan José Imitola estaba motilando a uno de sus amigos. Esa era otra pasión que tenía y le gustaba practicarla.
Su padre detalla que “en una casa vecina motilaba a un amigo, cuando un hombre apuntó desde la terraza y disparó por la ventana que estaba abierta”.
Todos se tiraron al piso, en un intento por esquivar las balas, pero Juan José salió corriendo. El impacto que recibió lo dejó tendido en el suelo de inmediato. Lo ayudaron y trasladaron al centro asistencial, pero la gravedad de la herida no le permitió seguir viviendo.
«No queremos que casos como estos vuelvan a ocurrir: que más personas inocentes pierdan la vida”, concluyó el padre de la víctima.