La Industria Licorera de Caldas (ILC) tiene pensado producir un nuevo lote de Aguardiente Amarillo, en la última semana de diciembre, luego de que las existencias para la temporada de fin de año se agotaran antes de lo previsto.
Así lo confirmó este viernes Mauricio Vélez, gerente de mercadeo y ventas de la ILC, quien dijo que por la alta demanda de este producto en el país, obligó a la compañía a producir un lote adicional, que sería el último de este año.
También aseguró que durante el 2023 se vendieron alrededor de 7,2 millones de botellas, ante la gran acogida de este producto entre los colombianos.
“Se acabó el Aguardiente Amarillo. Nos va tocar traer más gente para hacer otro lote. Este año vamos a cerrar con 7,2 millones de botellas y esperamos en 2024 llegar a las 10 millones. Hace cinco años lo máximo que vendíamos eran 40.000 botellas y hoy multiplicamos esa cifra”, señaló Mauricio Vélez.
– un aguardiente amarillo, por favor.
— NataliaDuránValbuena (@NataliaDuranV) December 22, 2023
– tenemos antioqueño amarillo. pic.twitter.com/OprvAn5xDL
“Se acabó el Aguardiente Amarillo. Nos va tocar traer más gente para hacer otro lote. Este año vamos a cerrar con 7,2 millones de botellas y esperamos en 2024 llegar a las 10 millones. Hace cinco años lo máximo que vendíamos eran 40.000 botellas y hoy multiplicamos esa cifra”, señaló Mauricio Vélez.
Polémica
Esto confirma que el Aguardiente Amarillo de Manzanares es el trago de moda en diciembre de este año en Colombia.
Las ventas, que de por sí eran interesantes, se han disparado tras la popularidad y curiosidad que causó este licor luego del enfrentamiento entre la ILC y la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA).
Hay que recordaque que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ordenó retirar del mercado el Aguardiente Real Amarillo de la FLA, en línea con las intenciones de la ILC, que alegaba el parecido de ese producto con su Aguardiente Amarillo de Manzanares.
Tras este pulso, el amarillo de Manzanares se está vendiendo “como pan caliente” a tal punto que la Licorera de Caldas confirmó que se agotó en el país.
En las últimas semanas, el Aguardiente Amarillo y su fabricante, la Industria Licorera de Caldas, han sido noticia ante los pleitos que enfrenta con otras licoreras del país por la protección de la marca.
El producto ha tenido problemas para distribuirse en regiones como Valle, Antioquía, Cundinamarca, Cauca, Nariño y Caquetá.
En zonas como Cundinamarca, la salida del Aguardiente Amarillo podría dejar pérdidas por $73.000 millones en impuestos este año.
La historia del Aguardiente Amarillo
La historia de este producto insignia de la ILC se remonta a 1885 con don Camilo Jiménez, la primera persona que se atrevió en fabricar este tipo de bebidas para la venta.
Jiménez era un campesino del municipio de Manzanares, Caldas, que se dio a conocer por vender tan llamativo licor, el que solía distribuir en las principales calles de la localidad y en las poblaciones aledañas a través de barriles que eran transportados por una mula.
La receta de este producto combina la caña gorobeta, el anís sembrado en el cerro Guadalupe y el agua pura del nacimiento del Río Santo Domingo, para darle un sabor fresco y aromático. Motivo que llevó a considerar a Jiménez como “el pionero de los aguardientes”.
La receta y la marca Aguardiente de Manzanares creció tanto que fue comprada por la Industria Licorera de Caldas en 1905. Desde entonces, la compañía mantiene y sostiene cada uno de los aspectos que hacen autentico a este licor que los caldenses suelen asociar con el tono de los rayos del sol y que desde siempre lo han distinguido de muchos otros aguardientes.
