Una cuchillada en el pecho. “Una injusticia”. Una vida perdida en cuestión de segundos. El asesinato de Elvis Grau Parra tiene a Soplaviento, un municipio de Bolívar, en un “silencio tenebroso”, una tristeza común. Los habitantes no salen del asombro y la indignación; quieren justicia.
Así lo cuenta una tía del joven, de 20 años, mientras reclama el cuerpo en la morgue de Medicina Legal de Cartagena, junto a dos hermanos de Elvis.
La mujer relata, en conversación con El Universal, que su sobrino era natural de Soplaviento, Bolívar, pero desde hace varios años vivía en Barranquilla. “Llegó el jueves al pueblo; iba a hacerle una diligencia a la mamá”.
El domingo 17 de diciembre en la madrugada, Elvis departía con allegados en un estadero conocido en el municipio, “donde constantemente hay peleas y enfrentamientos”, según dice su familiar. A la 1:40 a. m., una disputa entre dos personas acabó la fiesta y transformó los ánimos en el lugar.
“Elvis, muy inocente, quiso separar a los que se agredían. Se metió con esa intención, pedía que se detuvieran, pero lo que recibió fue una cuchillada en el corazón”. La tía del joven no tiene dudas de las buenas intenciones de su familiar, de que “lo agredieron injustamente”.
Y aunque algunos testigos lo auxiliaron y trasladaron al centro asistencial del municipio, la agresión fue certera y no sobrevivió. En minutos se desvanecieron sus planes de regresarse a Barranquilla el martes para empezar a trabajar; la muerte llegó antes y se lo llevó.
Piden justicia por el homicidio
Elvis Grau era alegre, trabajador, muy querido y alejado de peleas o enfrentamientos. Quienes lo conocieron comparten que su asesinato es injusto y que el responsable debe pagar.
Al parecer, el hombre que empuñó el cuchillo con el que lo mató ya está en manos de las autoridades, en Cartagena, aunque intentó escapar. La familia de Elvis estará pendiente de que el crimen no quede en la impunidad, que haya justicia.
Su cuerpo será trasladado a Soplaviento y allá le darán el último adiós. Deja una pequeña hija, de 2 años, y al resto de sus familiares conmovidos con su partida.
