Una captura por desaparición forzada destapó una tragedia que tiene conmovidos a los integrantes de la comunidad de discapacitados auditivos de Medellín.
Luego de 11 meses de pesquisas, a las 4:00 de la mañana de este viernes los agentes del Grupo de Desaparición Forzada del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) arrestaron en un hotel del centro de la ciudad al sordomudo Braihan Alexánder Marín Parra, de 28 años, sospechoso de la desaparición de su exnovia Paola Andrea García.
La mujer, quien tenía 41 años cuando sus allegados formularon la denuncia, había sido diagnosticada desde temprana edad con hipoacusia neurosensorial bilateral profunda, por lo que tampoco podía hablar ni escuchar.
De acuerdo con la investigación adelantada por la Fiscalía 10° Especializada en Desaparición Forzada, la pareja vivía en el barrio La Manguala, ubicado en el corregimiento de San Antonio de Prado. Ella trabajaba como operaria de confecciones y él, ocasionalmente, se empleaba en un taller de motos.
A menudo los vecinos los veían discutiendo en lenguaje de señas, hasta que la situación comenzó a escalar en violencia.
Una fuente cercana al caso le contó a EL COLOMBIANO que “el muchacho era un maltratador, le quitaba la plata a Paola y una vez los vecinos tuvieron que intervenir porque la estaba ahorcando. Había mucha violencia intrafamiliar, pero ella nunca lo quiso denunciar”.
Los conflictos se agravaron desde 2021, cuando Paola recibió una indemnización de 50 millones de pesos por una enfermedad laboral que le afectó las manos. Según las indagaciones preliminares, Marín Parra al parecer se volvió más agresivo y manipulador para acceder a ese dinero, incluso le hizo comprarle una motocicleta.
La última vez que vieron a la mujer fue el 10 de noviembre de 2022, allá mismo en La Manguala. Los testigos indicaron que vestía un legging beige y una camiseta negra estampada.
Ese mismo día observaron a su novio bajar de un sitio montañoso, conocido como cerro La Verde. Cargaba una pala y estaba embarrado. Luego lo vieron botar unas bolsas de basura, dentro las cuales fueron halladas después las mismas prendas que llevaba Paola horas antes.
Cada vez que le preguntaban por ella, Marín daba explicaciones diferentes: que la atropelló un carro, que se fue para una finca o cualquier otra cosa. Al poco tiempo se mudó de La Manguala.
Nadie más volvió a ver a la discapacitada, pero su chat de WhatsApp seguía activo. Los investigadores creen que Marín la suplantó usando su celular, y a sus allegados les mandaba fotos viejas, tratando de apaciguar sus preocupaciones.
Con la evidencia recolectada, se expidió una orden de captura por el delito de desaparición forzada agravada. La audiencia de control de garantías será este fin de semana en el Palacio de Justicia de Medellín, donde se espera contar con un traductor que comprenda el lenguaje de señas.
Por los indicios, las autoridades creen que Paola García pudo ser víctima de asesinato, y ahora sus esfuerzos se concentran en ubicar su cadáver. Una de las esperanzas que albergan es que su exnovio coopere con la justicia y les diga dónde está.