No había corraleja en la Costa Caribe colombiana donde Aida López Díaz no estuviera presente. Era el alma de esas fiestas populares en Bolívar, Atlántico, Sucre o en su natal Purísima, en Córdoba.
Todas los colectivos o agremiaciones que armaban sus grupos para corralejas tenían a la mujer, de 56 años, en sus invitaciones.
“Thevening Corralejero rinde homenaje a la seguidora número uno de nuestra página corralejera cien por ciento”, escribió ese grupo en su perfil de la red social Facebook al enterarse de la trágica muerte de Aida junto a su hijo, Miguel Felipe Benítez López.
Madre e hijo regresaban en moto a Cartagena cuando murieron en el acto al chocar fuertemente contra un árbol. El accidente ocurrió a la una de la madrugada del martes 10 de octubre cerca de Matuya, en jurisdicción de Marialabaja.
Miguel Felipe Benítez López conducía una moto Bajaj, de la línea Discover 125 ST, modelo 2023, de color gris y placa STF-55G, que su mamá le había regalado hace apenas tres meses.
Tal parece, precisa un reporte preliminar de la Policía de Carreteras, que el conductor perdió el control de la moto, se salió de la vía y chocó fuertemente contra un árbol que está justo al lado de un imagen de la Virgen María.
La principal hipótesis que investigan es impericia en el manejo. Todo indica que el conductor de la moto habría tenido un “microsueño”.
Visita y tragedia
Aida López Díaz nació en Purísima, pero se trasladó a Cartagena desde muy niña, cuando tenía 13 años. Aquí formó su familia y al cabo de un tiempo se quedó viviendo con sus tres hijos (dos mujeres y un varón) en el barrio San Pedro Mártir, sector Navas Meisel.
Amante de las corralejas como ninguna, alternaba su función de “jefe de hogar” como comerciante independiente.
Antes de ir a Purísima a visitar a su familia en el fin de semana del 7 de octubre, Aida López estuvo presente en las corralejas de Sabanalarga (Atlántico). De ese evento quedan muchas de sus fotos en redes sociales.
“Que triste noticia. Me quedo con esos momentos de alegría en las corralejas de Sabanalarga. Verla disfrutar y gritarle al toro, era su pasión”, le escribió un amigo de correrías a Ana.
El viernes 7 de octubre partió hacia Purísima con su hijo para aprovechar que había corralejas en esa población y para de paso visitar a su familia, en especial a su mamá y hermanos.
Era el segundo viaje que Aida y Miguel hacían en moto hacia Córdoba en la moto que estaba recién comprada.
La mujer disfrutó de su estadía en Purísima hasta el lunes (9 de octubre), cuando le dijo a su hijo que se regresaban de noche. De allá salieron a las 9 p. m.
Miguel Benítez tenía 19 años y estudiaba primer semestre de ingeniería industrial en la Universidad del Sinú, en Cartagena. El martes debía ir a clases.
Madre e hijo no regresaron a casa. Con sombreros “vueltiaos” los despidieron hoy, 12 de octubre, en el Cementerio Jardines de Paz, en la vía Cartagena-Turbaco.