Medicina Legal confirmó que los cuerpos sin vida hallados el pasado 13 de agosto en una laguna, en el municipio de Cartago, corresponden a los jóvenes de 17 años Daniela Santiago Díaz y Nicolás Aristizábal, desaparecidos desde junio en esta población del norte del Valle del Cauca.
La familia fue alertada en ese momento del hallazgo de esos cuerpos en una laguna ubicada en la vía al Batallón Vencedores, de dicha localidad. A partir de ese momento comenzó otro doloroso momento para los seres queridos de estos jóvenes.
“El 13 de agosto me llamaron y fui y vi el cuerpo flotando de una niña, yo sabía que era mi niña, una niña partida en pedazos”, dijo Juan Pablo Santiago, padre de Daniela.
Y continúo: “Mataron a mi niña y a Nicolás. La encontré con una piedra amarrada en la nuca. La laguna queda al lado de un Batallón y es propiedad de la Alcaldía”.
Juan Pablo no alcanza a describir el dolor que sienten con la confirmación de esta noticia.
“Estamos muy dolidos, se nos llevaron a nuestra niña de 17 años, una niña que estaba empezando a vivir. Estamos con el corazón y el alma rotos. Sentimos un alivio porque apareció nuestra niña, pero un alivio amargo de encontrarla de esta forma”, dijo Juan Pablo.
Y continuó: “solo era una niña de 17 años, me la arrebataron unos bandidos y otros bandidos que no investigaron, ni hicieron nada”.
El caso
La desaparición de estos jóvenes se presentó el pasado 3 de junio cuando Nicolás Aristizábal y Daniela Díaz, ambos de 17 años, salieron de sus viviendas y desde entonces no se conoce su paradero.
Presuntamente, los menores asistirían a una fiesta con sus amigos. Vale la pena mencionar que dos días después, 5 de junio, la motocicleta en la que se movilizaban apareció cerca de un río en la vereda El Guayabal. Las familias solicitan ayuda para encontrarlos.
“Ella me pidió permiso para ir donde una amiga, dicen que ahí se vio con Nicolás y se fueron en una moto NKD”, indicaron los familiares de Daniela a medios locales.
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Paralelo a esta situación, Nicolás le dijo a su mamá que iba a estar en una fiesta junto a sus amigos. Además, le especificó que esta sería en una chiva rumbera.
La Gobernación del Valle había ofrecido una recompensa de $100 millones para quien brindara información sobre este hecho.
