El 17 de septiembre de este año murió Yuli Arias en la vereda Santa Rosa de Tapias, jurisdicción de Guacarí, Valle del Cauca, a manos presuntamente de su expareja sentimental.
Ese mismo día, la comunidad señaló a Neider Antonio Bassa Ortiz como el supuesto responsable, y días después, un juez con funciones de Control de Garantías lo envió a prisión, teniendo en cuenta la solicitud de la Fiscalía.
Las investigaciones del ente acusador precisan que el joven, de 25 años, habría ingresado violentamente a la vivienda de la víctima y en medio de una discusión la habría intentado asfixiar. “Se presume que luego la hirió con un arma cortopunzante y golpeó en la cabeza con objeto contundente”.
Los vecinos de Yuli, de 36 años, nada pudieron hacer por evitar su muerte. Las heridas con las que quedó la mataron en el acto, y casi al instante uniformados de la Policía Nacional capturaron en flagrancia al presunto agresor.
El juez que lleva el caso decidió que aunque Bassa Antonio no aceptó el cargo de feminicidio agravado, deberá cumplir la medida de aseguramiento en un centro carcelario.