Daniela Mendivil Ávila tenía 23 años y la asesinó a mansalva un hombre que conoció apenas tres meses antes.
Ese individuo, mucho mayor que ella (52 años), se enamoró de Daniela y el día que le dijo que no quería seguir con esa relación, él la acuchilló siete veces frente a los clientes de un restaurante en el barrio Villa Estrella.
El cruel homicidio ocurrió al caer la tarde del domingo 7 de agosto de 2022. Trece meses después, la Fiscalía ha logrado que le impongan una condena ejemplar al feminicida.
Luego de avalar el preacuerdo entre un fiscal de la Unidad de Vida y Domingo Materine Angulo Hernández, un juez de Conocimiento lo condenó a más 34 años de prisión por el delito de feminicidio agravado.
“Las investigaciones dan cuenta de que la víctima le manifestó su intención de terminar la relación debido a sus continuos celos y acciones de control, decisión que no fue aceptada por el agresor, quien le hirió en siete oportunidades, causándole la muerte”: Fiscalía General de la Nación.
La Policía capturó al agresor el mismo día del crimen y días después fue recluido en la Cárcel de Ternera, donde permanece desde entonces.
Trágica relación
Tres meses antes de su muerte, Daniela Mendivil Ávila llevaba una vida normal. Residía con el papá de su hija, de 3 años, en el municipio de Santa Rosa de Lima, cerca de la casa de sus padres, y predicaba junto con su familia la Palabra de Dios.
Su sueño era terminar de estudiar mercadeo para superarse profesionalmente.
A partir de mayo, la vida de esa agraciada joven dio un giro inesperado. Su relación de pareja comenzó a tener tropiezos, y mientras ella trataba de sobrellevar esa situación, apareció una mañana de principio de ese mes un hombre que llegó a su casa vendiendo plantas medicinales.
Ese hombre, Domingo Materine Angulo Hernández, le dijo que practicaba el esoterismo y al leerle la mano y conocer los problemas de Daniela, se ofreció para ayudarla económicamente.
La joven le creyó y hasta le regaló una Biblia que le dio su papá para que se alejara de esas prácticas oscuras y siguiera mejor los caminos del Señor.
Fue Daniela quien se dejó convencer y abandonó su natal Santa Rosa, a su familia y a su niña para seguir los pasos de Domingo, quien le había dicho que tenía 45 años y propiedades en la región donde nació, Chocó. Nada fue cierto.
Al conocer de sus engaños y de que últimamente se ponía agresivo, Daniela decidió terminar con esa relación que no tenía ni tres meses.
Al finalizar una correría por varios municipios de la Costa Caribe acompañando a Domingo en la venta de sus productos naturales en carretilla, la joven decidió quedarse en casa de la mayor de sus dos hermanas en Cartagena, en el barrio Olaya Herrera.
Allí, en Olaya, la joven llevaba apenas 15 días, y mientras pensaba qué hacer con su vida, se seguía viendo con Domingo por fuera.
Ese 7 de agosto, la joven alcanzó a contarle a su hermana que ya tenía previsto regresar a Santa Rosa. También le dijo que temía por la reacción de Domingo al decirle que quería terminar la relación. Ella le tenía miedo.
En la tarde de ese domingo, a las 5, Daniela y Domingo se encontraron en aquel restaurante aledaño a La Cordialidad. Ella le dijo lo que tenía que decirle y él, en respuesta, la atacó a mansalva y la acuchilló siete veces. La joven murió en el acto.
A Domingo Materine Angulo Hernández lo capturaron esa misma noche y días después un juez de Garantías lo cobijó con medida de aseguramiento en la Cárcel de Ternera.