La revelación es hecha por un estudio adelantado por la firma de psicometría Lexium, y coincide con otra medición hecha por ‘Medellín cómo vamos’ y que buscaba identificar las razones de tan baja presencia de jóvenes en las universidad.
Pues la medición parece haber puesto el dedo en la yaga, dado que un alto número consideró que ser influencer es el trabajo de sus sueños. Y es que basta con ver algunas de las conclusiones a las que llegó el grupo de investigación, dado que varios de los usuarios de internet resalta que los jóvenes entre los 14 y 24 años consideran que es una mejor forma de ganarse la vida con menos esfuerzo, menos demanda de conocimientos y con más satisfacciones personales.
El sueño del éxito rápido
Para la psicopedagoga Yanina González, claramente el estudio demuestra que los jóvenes de hoy en día son igual de ambiciosos a los de hace 20 o 30 años; “seguimos siendo una sociedad que sueña con el éxito, solo que las nuevas tecnologías y en especial las redes sociales se han encargado de traer historias que antes no hubieran tenido cabida en la imaginación, entonces los jóvenes ya no solo sueñan con el éxito, sino con alcanzarlo rápido”, explica la experta.
La investigación también indica que si bien los jóvenes saben que ser influencer no es igual a una carrera profesional, apuntan a que ellos enseñan cosas que incluso no se ven en los centros educativos, pero, además, que los contenidos son entretenidos y es fácil seguirles el ritmo.
“Sin duda, esta parte del estudio es un campanazo de alerta para los colegios, en primer lugar porque la estructura de enseñanza en muchos países de América Latina son verticales y se centran en un dominio de las matemáticas y en explicarlas de manera tradicional y estructural -dice la profesora Yanina González- entonces hay jóvenes que encuentran en estos contenidos otra forma de aprender”.
¿Un camino de rosas?
La experta considera que, en el caso de Colombia, la deserción escolar no necesariamente está ligada al sueño de ser una personalidad de las redes sociales, sino que el abandono está más ligado a la falta de plata por parte de los padres para poder asegurar el estudio de más de un hijo o incluso de poder garantizar la continuidad en la universidad, por lo que ella advierte que quizá los jóvenes hoy en día no solo se están quedando con las opciones del rebusque o de hacer algo ilegal, sino encuentran una tercera vía.
Sin embargo, aunque parezca un camino fácil, la experta recuerda que incluso en las redes sociales e internet hay reglas de juego para generar contenido e incluso “manipular un celular tiene su ciencia”, por lo que no se puede desconocer este nuevo saber hacia lo que se imparte en los colegios.
La tarea es asimilar
La psicóloga Ana Luz Arias, coincide en que este es un cambio en el aprendizaje que no tiene por qué reñir con los colegios y que sí está abriendo las posibilidades a la creación ya que las personas sean felices con lo que hacen.
“Es similar a lo que se veía en años anteriores donde en una familia había una ‘oveja negra’ que no seguía las instrucciones del papá, he tenido casos clínicos de chicos que abandonan sus estudios porque no les nace, quieren hacer otras cosas y mi consejo es respetarlo, pero estar atentos de los riesgos y la tentación del dinero fácil”.
Duros en hacer billete
Principalmente, el éxito de los influencer se debe a que ellos representan corrientes por sus creencias políticas, filosóficas, o de identidad sexual.
Otros ganan popularidad por la plataforma en la que dan sus contenidos, hoy los más populares son ‘tiktokers’, ‘instagramers’ y ‘youtubers’.
Finalmente, algunos enamoran a sus audiencias porque hablan de tendencias, hay ‘foodies’ (hablan de comida), ‘podcasters’ (hacen programas sólo de voz), ‘gamers’, viajeros y amantes de la moda, entre otros.