Fueron 33 las balas que impactaron en los cuerpos de 4 hombres en la tarde del jueves 29 de junio en Puerto Colombia, Atlántico, más exactamente en el barrio Villa Campestre. Se trata de una masacre perpetrada por dos sicarios que llegaron hasta la casa de la familia Vega y dispararon con sus fusiles hasta asegurarse de sembrar horror y muerte en el lugar.
En el lugar murieron Rafael Vega Cuello (padre), Ronald Iván Vega Daza, Ray Vega Daza (hijos); Roberto Carlos, otro hijo de Vega Cuello, resultó herido.
Las víctimas del atroz ataque criminal eran bastante conocidas en Barranquilla como “prósperos empresarios” de la ciudad, pues tenían varios negocios y propiedades a su nombre, pero detrás de ellos hay investigaciones por graves delitos.
De acuerdo con El Heraldo, los Vega Daza tenían una empresa legalmente constituida que prestaba servicios de seguridad privada, así como apartamentos y locales comerciales para arrendar. También se dedicaban a comprar y vender carros, pero, al parecer, no de manera legalmente constituida.
El mismo medio indica que las víctimas mortales de la masacre tenían anotaciones judiciales. Rafael Vega Cuello por estafa; Ronald Vega por lesiones personales, y Ray Vega por falsedad de documentos; al parecer, las anotaciones se derivaron de sus actividades comerciales, pues estarían relacionadas con carros robados.
Pero esto no es todo. Dos de los miembros de esta familia estuvieron involucrados en un proceso por homicidio. En 2018, Ronald y Roberto Vega Daza se enfrentaron a balazos a un supuesto sicario en el norte de Barranquilla… lo asesinaron asegurando que el hombre había intentado matarlos. Incluso, Roberto resultó baleado en esa ocasión.