Diana, como dicen en el centro de Medellín que se llamaba, era una mujer que cada fin de semana, luego de cerrar su negocio en La Alpujarra, se iba para la calle 55 con la carrera 50, a departir.
Este fin de semana que pasó no fue la excepción. Comerciantes de la zona, que conocieron a la mujer de los besos, porque cada vez que caminaba lanzaba picos a sus conocidos, relataron que llegó el viernes en la noche a este sector del barrio La Candelaria.
Comenzó a caminar por la zona y a compartir con sus conocidos. El sábado fue igual, con la diferencia de que ese sería su último día.
Extraña muerte de la mujer
Luego de deambular, toda la mañana y la tarde, por el sector; comenzando la noche se puso a departir en una acera con unos conocidos.
Todo iba bien hasta que esta mujer se desplomó, y en vista que no respiraba llamaron a las autoridades. Al llegar confirmaron su deceso.
Un médico legista fue informado para que se desplazara al lugar y certificara su muerte, pero se abstuvo de hacerlo porque las personas que acompañaban a la mujer, le informaron que la difunta había consumido licor adulterado.
Esto obligó a que personal del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía inspeccionara el cuerpo.
Luego lo llevó a Medicina Legal, entidad que se encargará de establecer sí falleció por culpa de una intoxicación o alguna otra razón.