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Cuerpo hallado en el río Bogotá era de menor desaparecido en Suba

El cuerpo hallado la tarde de este martes en el río Bogotá era el de Julián Ernesto Contreras, de 17 años, quien había sido reportado como desaparecido desde el 8 de junio.

La búsqueda del adolescente de 17 años Julián Ernesto Contreras, quien se encontraba desaparecido desde el pasado 8 de junio, tuvo un lamentable desenlace cuando su cuerpo fue encontrado en horas de la tarde de este martes en el río Bogotá.

Q’HUBO pudo conocer que a eso de las 3 de la tarde en la Finca La Esperanza, en la vereda el Coclí del municipio de Funza, un funcionario de la CAR que se encontraba trabajando en el lugar se percató del cadáver de una persona en el río Bogotá, al respaldo del Aeropuerto El Dorado.

Ante el hallazgo, el trabajador dio la alerta a las autoridades y al lugar llegó el CTI para adelantar la investigación.

Entre tanto, en el barrio Bilbao de Suba una humilde familia se encontraba angustiada porque no se tenían rastros de Julián desde el 8 de junio. Ernesto Contreras, padre del menor, contó con gran tristeza los hechos que rodearon la desaparición de su hijo.

“El niño salió de la casa porque iba a acompañar a un primito hasta Villa Cindy en Lisboa, lo que me cuenta el primito, es que él llegó hasta la casa de él, dejó la bici y que Julián le dijo que iba a la bodega, donde estaba la mamá, como ella recicla, entonces ella estaba en la bodega donde le compran el material. Entonces mi hijo le dijo que se iba a la bodega porque lo necesitaban allá, pero nunca llegó allá.”, relató, en medio de su dolor, el papá de Julián.

Detalles de la desaparición

De acuerdo con el testimonio de Ernesto, a eso de las 10 de la mañana de ese día, Julián salió de su casa en Bilbao, ubicada a la altura de la Calle 143 con Carrera 152A, a acompañar a un primo que vive cerca. Cuando se encontraba con su familiar, le dijo que tenía que ir a la bodega donde estaba su mamá trabajando, la cual quedaba a unas cuadras, pero desde ese momento no se supo más de él.

“Él siempre salía con los amigos llegaba tipo 7 u 8 de la noche, ese día llegamos cansados de trabajar y pensamos que ya había llegado, pero a eso de las 11 de la noche nos dimos cuenta que no estaba y nos preocupamos. Cuando llamamos al primo a preguntar si Julián estaba allá, nos dijo que él había dejado la bici y que se había ido a la bodega”, contó Ernesto.

Cuenta la familia que en la desaparición de Julián hay algo extraño y es que a la hija mayor le enviaron un mensaje por Messeger, una persona le dijo que había matado a Julián y que sabía dónde estaba su cuerpo.

“Le dijeron un poco de cosas y estaban citando a mi hija en el parque de la Bota. Al saber eso nos dirigimos a Medicina Legal el domingo y nos dijeron que mi hijo no estaba ahí, nos indicaron que pasáramos a la Sijín que queda al frente y preguntáramos por delitos informáticos para contar lo que había pasado. Nos pusieron en contacto con un investigador que nos hizo unas cuatro preguntas y listo, no volvió a llamar. Cuando preguntamos en la Sijín qué podíamos hacer, nos dijeron allá que si era que pensábamos que eso era estilo película, donde llegan con el celular y se saca la información, mejor dicho no quisieron atendernos”, agregó el doliente.

Desesperado por encontrar a su hijo Ernesto se fue en su bicicleta a recorrer las calles de Suba y llegó hasta el humeral La Conejera detrás del parque Fontanar, lugar al que a veces acudía Julián.
“Estuvimos en una laguna donde jugaban que porque era agua limpia, allí encontré un tapabocas igualito al que usaba mi hijo, era naranja, no estaba embarrado. Con mis hijos pequeños mi hijo visitaba ese lugar”, añadió en su relato el progenitor.

Desafortunadamente, la familia recibió una llamada donde les informaban que habían encontrado un cuerpo que correspondía al de su hijo y que se encontraba en Funza.

“Me llamaron de la URI de Madrid y me dijeron que habían encontrado un cuerpo, llevé la fotocopia del documento del niño y me lo reconocieron por huellas dactilares. Le dije a mi hermana que trabaja cerca a Funza para que ella se acerca a la funeraria de Funza. Ella me llamó estando con el cuerpo, y me dijo que estaba demasiado hinchado por tanto tiempo en el agua, entonces le dije que le dijera a la doctora que le abriera la boquita porque a él le faltaban tres dientes, así fue que se la abrieron y efectivamente era él”, dijo con gran tristeza el padre.

Ayer los familiares se encontraban adelantando los trámites para poder recoger el cuerpo de Julián, además estaban a la espera del dictamen de medicina legal sobre las causas de su muerte. Por ahora, mientras se esclarece qué fue lo que sucedió, los dolientes hacen un llamado a la comunidad para poder conseguir los recursos económicos para cubrir los gastos funerarios. Los interesados en ayudar a esta familia pueden hacerlo al Nequi 3026495082.

“Nosotros trabajamos en el reciclaje, yo le decía que la demora era que cumpliera los 18 para que el le ayudara a la mamá y yo me pudiera devolver a trabajar en lo que estaba haciendo que era vigilancia. Mi muchacho era de casa, no tenía vicios”, finalizó diciendo Ernesto.

Al cierre de esta edición Ernesto indicó que le habían dicho que debido al alto estado en descomposición del cuerpo no le era permitido velarlo.

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