Rosalina Gallego Tuirán quedó en la calle, solo con la ropa que lleva puesta, porque uno de sus hijos le quemó la casa luego de una discusión.
La tragedia que vive la mujer, de 74 años, junto con otros de sus tres hijos, ocurrió en la mañana de este domingo 4 de junio en el barrio Arroz Barato, calle Los Ciruelos.
El incendio no solo redujo a cenizas la vivienda de Rosalina con todo lo que había adentro; también fueron destruidas otras dos casas aledañas y una cuarta, de dos pisos, resultó afectada. Por fortuna, no hay lesionados.
Pedro Baldovino, presidente de la JAC de Arroz Barato, le confirmó a El Universal que el Cuerpo de Bomberos necesitó de tres máquinas y más de una hora para apagar las llamas.
Para los vecinos de Rosalina, lo sucedido hoy es una tragedia que parecía anunciada. Las discusiones con su hijo por supuestos problemas de drogadicción son el pan de cada día. Y este domingo no fue la excepción.
Bien temprano, un fuerte cruce de palabras entre madre e hijo habría terminado en una supuesta agresión a golpes contra Rosalina.
Los ánimos se caldearon y la mujer no tuvo otra opción que irse de la casa con sus otros tres hijos y dos nietos, dejando solo a quien es señalado como presunto agresor.
Al cabo de unos minutos, la casa de la familia Gallego quedó envuelta en llamas. La versión inicial es que el mismo hijo de Rosalina le habría prendido fuego. De cómo lo hizo es algo que aún no está establecido de manera oficial.
Al escapar del fuego, una enardecida muchedumbre estuvo a punto de agredir al hijo “problemático” de Rosalina lanzándole piedras. Cuadrantes de la Policía debieron acudir rápidamente para sacarlo de esa zona.
En medio de ese ambiente de angustia, dolor y tensión, los bomberos debieron esforzarse al máximo para evitar que las llamas se propagaran.
Al final, tres casas quedaron destruidas, resultando afectadas cuatro familias: Nidia lozano, quien residía con dos menores de 13 y 14 años; Erick Mármol, en cuya casa vivían tres adultos y dos menores; y Rosalina Gallego con los suyos.
Por lo pronto, la mujer está en casa de una sobrina con tres de sus hijos. Otra hija, que tiene dos niños y vivía en la parte trasera de la vivienda de Rosalina también quedó en la calle.