Una nueva polémica estalló en el círculo más cerrado de la Casa de Nariño. Esta vez, el ruido de presuntos líos de corrupción llegó hasta la jefa de gabinete del presidente, Laura Sarabia, quien pasó en una sola semana de figurar como la mujer más poderosa de ese Gobierno a protagonizar un escándalo por presunto abuso.
En resumen: Sarabia llevó a la exniñera de su hijo, Marelbys Meza, hasta los sótanos de Palacio para someterla a pruebas de polígrafo y a un interrogatorio en el que la amenazaron por el supuesto robo de 150 millones de pesos, aunque en la denuncia interpuesta por Sarabia se habla de 7.000 dólares.
Todo el caso deja en el aire varias preguntas: ¿qué hacía la jefa de gabinete con ese dineral en efectivo? ¿Por qué movilizó agentes oficiales para solucionar un hurto personal? Y, la más delicada de todas, ¿cometió irregularidades al someter a una de sus empleadas a una prueba de polígrafo en las instalaciones de la Presidencia?
Pese a esas dudas, y más, tanto el jefe de Estado como los demás miembros del Gobierno han salido a defender a Sarabia argumentando una supuesta persecución de los medios a quienes Petro no baja de “mentirosos”.
Pero no es la primera vez que las personas más cercanas a Gustavo Petro se ven involucradas en escándalos de este tipo. El dinero que perdió la jefa de gabinete también recuerda los $600 millones en efectivo que habría recibido el hijo del presidente, Nicolás Petro, de manos de narcos y personajes cuestionados para apoyar la candidatura presidencial.
Y no solo eso. El hermano del jefe de Estado, Juan Fernando Petro, también es investigado por, supuestamente, exigir millonarias sumas de dinero en las cárceles del país a cambio de no extraditar narcotraficantes.
Pese a que todos son escándalos que aún están siendo procesados y el mismo Petro le pidió a la Fiscalía que los investigara a fondo, no han dejado de manchar, uno tras otro, la credibilidad del mandatario y su círculo más cercano.
Las contradicciones del robo
Además de los cuestionamientos por someter a la exniñera de su hijo a un polígrafo, el robo también está lleno de inconsistencias.
Para empezar, no está claro si en la maleta había 150 millones de pesos, como dijeron miembros de la Sijín para intimidar a Meza, o poco menos de 7.000 dólares, como ha dicho Sarabia para defenderse.
En cualquier caso, la jefa de gabinete aseguró que esos billetes le fueron entregados por el Departamento Administrativo de la Presidencia como pago de viáticos por viajes oficiales realizados durante agosto de 2022 y enero de 2023.
A la tasa de cambio de este domingo, el dinero reportado por Sarabia representaría un poco más de 30 millones de pesos por lo que, aún si vinieran de una entidad oficial, podrían levantar sospechas por la manera en que llegaron a la casa de Laura Sarabia. ¿Cuál entidad, cuál empresa paga tal suma en efectivo?
Tal como describió Meza a la revista Semana, la vez que vio el maletín que ahora busca esa familia fue cuando una de las oficiales que trabaja para la funcionaria llegó a la casa con él preguntando dónde dejarlo. “Déjelo en ese sofá que estoy cuidando al bebé”.
Por todos esos cuestionamientos, la funcionaria más cercana al presidente fue citada a un debate de control político en el que deberá explicar los orígenes de esos dólares y los posibles abusos de poder que habría cometido contra su empleada.
Sobre esto último, Meza relató que fue el esposo de Sarabia el que la llamó en la tarde de un sábado pidiéndole regresar a su lugar de trabajo para preguntarle por un asunto urgente. Una vez llegó, se enteró de que había una maleta extraviada con una alta cantidad de dinero.
Tal como lo narró ella, la pareja de la funcionaria siempre la trató como la principal sospechosa y, posteriormente, fue llevada a un edificio en frente de la Casa de Nariño en cuyos sótanos fue interrogada y sometida a una prueba de polígrafo para comprobar si decía la verdad.
“Cuando estaba en el sótano, me sentí secuestrada, aturdida, ahogada, esperando a que me hicieran el polígrafo”, dijo Meza.
Durante todo ese proceso, los agentes de la Sijín y la jefatura de protección presidencial la habrían tachado de “ladrona y mentirosa” y hasta la habrían amenazado con enviarla directamente a la cárcel y hasta con allanamientos a ella y a todos sus familiares.
Con todo eso, el fiscal Francisco Barbosa -que ha tenido duros y reiterados choques con este Gobierno- criticó las presuntas irregularidades que se cometieron en ese caso y aseguró que “la Fiscalía es la única que puede adelantar estos procesos investigativos”.
Por ahora, lo que pasó en un entorno privado de la jefa de gabinete pasó a ser un asunto de interés nacional en el que el país está atento a conocer quién fue el responsable de ese robo y, además, si hubo intimidaciones o abusos de poder con la exniñera de Sarabia.
Los otros escándalos en el círculo más cercano de Petro
Los presuntos dineros sucios de Nicolás Petro, hijo del jefe de Estado
Según la exesposa del hijo del presidente, Day Vásquez, Nicolás habría recibido 600 millones de pesos de un exnarcotraficante y un político cuestionado por supuestos nexos con paramilitares. Horas antes de que se destapara el escándalo, el mismo presidente le pidió a la Fiscalía que investigara si se cometieron delitos. Pese a que el dinero supuestamente era para la campaña presidencial, la misma Vásquez reconoció que Petro nunca supo de esos movimientos.
Juan Fernando Petro, hermano del presidente Gustavo Petro
Además de eso supuestos hechos de corrupción, el hermano del jefe de Estado también está siendo investigado por, supuestamente, solicitar grandes sumas de dinero a los abogados de narcotraficantes a cambio de entrar a la paz total de Petro y recibir beneficios como traslados de cárceles y hasta no extradición. Sobre todo esto, tanto Juan Fernando como el presidente y su alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, se han declarado inocentes.
