De acuerdo con la investigación, la hoy capturada comenzó a incurrir en este delito desde que su hija tenía 14 años. Los videos los grababa en distintas viviendas de Dosquebradas y hasta que su hija cumplió los 16 años y decidió denunciarla ante las autoridades.
La detenida obligaba a su hija a desnudarse frente a las cámaras y hacerles show a sus clientes y, en caso de negarse, la amenazaba con que la iba a obligar a estar físicamente con los depravados sexuales.
La detenida debe pagar por los delitos de constreñimiento a la prostitución agravada, pornografía con personas menores de 18 años agravada, utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales con personas menores de 18 años.
A pesar de todas las pruebas en su contra, la procesada no aceptó los cargos.