Debido a la inestabilidad del terreno y al inminente riesgo de colapso de las viviendas, las autoridades ordenaron el desalojo de 15 casas en el sector de Morrorrico, en el vecindario conocido como Miramanga, cerca del antiguo restaurante El Corcovado.
Es una de las emergencias más graves registradas en la segunda temporada de lluvias que atraviesa el país y la capital santandereana. De acuerdo con los reportes del Municipio, en total alrededor de 1.300 personas han resultado afectadas en lo corrido de 2022 en medio de desastres ocasionados por el aumento de las precipitaciones.
Ante los estragos ocasionados por las inclemencias del tiempo y con el fin de brindar atención oportuna a las familias perjudicadas, la Alcaldía de Bucaramanga declaró en pasados días la calamidad pública. Dicha declaratoria además tiene el objetivo de ejecutar estudios de amenaza y riesgo en zonas críticas, con el fin de realizar posteriormente obras de mitigación.
El Municipio precisó que se tienen identificados 26 sectores en donde existe “amenaza alta” ante posibles emergencias como deslizamientos, inundaciones y avalanchas.
Luis Ortega Martínez, coordinador de la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo, explicó que “las declaratorias de calamidad no son solamente para atacar situaciones de emergencias que se presentan, sino también para prever posibles emergencias que se tienen identificadas en el mapa de riesgos”.
En el caso puntual de Miramanga, en total son 60 familias las que están en riesgo por el posible colapso de sus viviendas. El terreno en donde se ubican las casas cedió, y en varias de las estructuras se formaron grietas en pisos y paredes.
“Con la declaratoria, el Municipio dará inicio a los estudios de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, para conocer el estado en el que se encuentran los suelos de la zona, así como brindar subsidios de arriendo a las 15 familias que ya evacuaron las viviendas”, informó la Alcaldía de Bucaramanga.
Otros vecindarios localizados en el sector de Morrorrico, como Buenavista, resultaron afectados por deslizamientos en las últimas horas. Dicha comunidad también solicita el apoyo del Municipio en esta temporada de lluvias.
Al otro extremo, en el noroccidente de la ciudad, asentamientos humanos como José Antonio Galán y Gallineral, ubicados a pocos metros del río de Oro, congregan a cerca de 700 familias que viven en riesgo inminente por posibles desbordamientos e inundaciones. En la zona ya avanzan estudios para la construcción de un muro de contención.
En barrios de la comuna 9, como San Pedro y San Martín, en donde en junio del presente año se registró una grave emergencia por el desbordamiento de la quebrada La Iglesia, también se iniciaron gestiones para la ejecución de obras de mitigación.
“Empas (Empresa Pública de Alcantarillado de Santander) viene desarrollando un proyecto de $42.000 millones. La Alcaldía hará un apalancamiento para presentarlo (el proyecto) ante la Unidad Nacional del Riesgo y así poder obtener recursos, cuanto antes, para atender este punto (Comuna 9)”, agregó el Coordinador de la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo
Otros puntos que pretende atender el Municipio con tal declaratoria son: Luz de Salvación, Cristal Bajo, Los Colorados, El Pablón y la vereda La Malaña.
