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Video: En Bucaramanga, Joel Navas lucha por sus sueños con violín en mano

Con las contribuciones económicas ahorra para estudiar medicina. “Me gustaría salvar vidas, sentir que estoy ayudando a las personas y que lo que hago es muy útil”, dijo.

Joel Navas sí que sabe robarse las miradas de los transeúntes de Real de Minas y de la Calle de los Estudiantes.

El sonido hipnotizante de su violín entorpece al ciudadano, que no tiene más remedio que voltear, verlo y detener su recorrido para ser testigo del talento de este joven, de tan solo 17 años.

El éxito de su interpretación es su simpatía con el público, que aunque no está fijo como en un teatro, sí posa sus ojos sobre él, o premia su trabajo con una contribución económica.

“Me gusta la reacción de las personas cuando me ven tocar. Se les ilumina la cara, sonríen y me miran de una manera muy bonita”, dice.

Este jovencito sabe combinar su talento con una pista de fondo que le permite al espectador reconocer la canción en segundos.

Y no, este ‘niño genio’ no toca solo música clásica. Le gusta interpretar algunos canciones de rock, y porqué no, también se le mide a llevarle el ritmo al ‘reguetón’.

“Interpreto canciones populares porque las personas las reconocen, se las saben y las pueden disfrutar. Aunque también toco las que más me gustan”, añadió.

Ser médico

Lo más sorprendente de Joel es preguntarle si se quiere dedicar a la música y obtener un no rotundo.

“La música es mi hobbie, pero no es eso a lo que quiero dedicarme, y tampoco quiero estudiarla”, indicó.

Su verdadero sueño es estudiar medicina. “Me gustaría salvar vidas, sentir que estoy ayudando a las personas y que lo que hago es muy útil”.

Contó que ha intentado entrar a la Universidad Industrial de Santander, pero ha pensado en estudiar en una institución privada, y por eso sus ganancias, son los ahorros que servirán para costear su carrera.

De la guitarra al violín

“Compré el violín con el dinero que conseguía tocando la guitarra también en algunas sitios de la ciudad”, contó.

Este violinista se ha dedicado a recorrer Bucaramanga con su talento, sin importar el instrumento. Aunque su anhelo por el violín lo condujo a ahorrar alrededor de 200 mil pesos y juntarlos con un regalo de un amigo, que le permitió adquirirlo.

“Me enseñó una profesora porque se dio cuenta que yo tenía el violín, entonces decidió inculcarme este conocimiento y se lo agradezco. Ella es Samara Rodríguez”, afirmó.

Al indagar sobre sus orígenes, este jovencito contó que su padre y abuelo eran músicos. “Mi papá era imitador de Juan Gabriel. Mi abuelo tenía afinidad con la música de mariachis”.

Joel es el menor de cuatro hermanos, actualmente vive con sus padres quienes apoyan su pasión.

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