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Q’hubo en los barrios llegó a Bucarica, un jardín con ‘altura’

Quien llega a Bucarica encuentra un sitio fresco, con mucho comercio, también con personas amables, que saludan con una sonrisa en la cara, atentos a servir al visitante o nuevo habitante que llegue.

Bucarica es una de las urbanizaciones más grandes de Floridablanca y, también, una de las más populares. Sus tradicionales edificios la han convertido en una vecindad reconocida. Tanto así que el barrio está conformado por 20 sectores, que reúnen 3.550 apartamentos. Cada bloque contiene 10 viviendas.

Esta manera ‘peculiar’ de organizar el barrio ha hecho que sus habitantes se movilicen en él, diferenciando entre bloques, zonas y sectores, más que por direcciones.

Su popularidad se debe a que es uno de los barrios con más población. De acuerdo con la presidenta de la Junta de Acción Comunal de la zona II, Jazmín Flórez, son alrededor de 15 mil 706 personas las que residen en Bucarica.

Por lo que su densidad poblacional lo ha convertido en un sitio muy comercial. Con su propia plaza, además de ser un sector propicio para el comercio informal. A cada uno de los vendedores les va muy bien.

De hecho, dentro de las casetas y kioscos de los espacios públicos del barrio, se encuentra un comerciante de pescado, que fía a sus clientes frecuentes su mercancía con el compromiso de que le paguen los 30’ de cada mes.

Esta confianza en los otros los ha unido para embellecer algunas zonas del barrio como la Alameda. Sitio que han empezado a reforestar entre todos.

Aunque lo cierto es que Bucarica cuenta con espacios verdes densos, por lo que es un vecindario con un clima agradable. Esto se debe a que en tiempos de su fundación, los dueños de la hacienda Bucarica, Hercilia Mantilla de Arango y Samuel Arango solicitaron como requisito para vender que no se atentara contra la naturaleza.

“Por eso acá tenemos tantas zonas verdes, y se conservan las especies de árboles que tiene décadas de existir”, dijo la líder comunal.

Este vecindario ya tiene 43 años de fundación y alberga todo tipo de iniciativas sociales como: escuelas deportivas, comunitarias y artistícas.

El propósito de los líderes comunales es fomentar más la unión entre vecinos, para mejorar algunos aspectos estéticos del sector.

“Queremos que nuestra comunidad esté unida para cambiar la imagen de nuestro barrio, que es un sitio muy bonito”, aclaró la presidenta de la Junta de Acción Comunal.

Por otro lado, el vecindario ha ido mejorando algunos aspectos de seguridad, desde que cuentan con un equipo de Policía especializado en las problemáticas del sector.

Quien llega a Bucarica encuentra un sitio fresco, con mucho comercio, también con personas amables, que saludan con una sonrisa en la cara, atentos a servir al visitante o nuevo habitante que llegue.

Plazas

Bucarica, en su zona II, es un sitio muy próspero para el comercio. En donde el vecindario puede mercar en la calle desde hortalizas hasta pescado, a buenos precios y hasta ‘fiado’. Además cuenta con un supermercado que les permite acceder a productos de almacén y más elaborados.

Salud

El barrio cuenta con la Clínica Salud Total, sitio en donde los habitantes del sector pueden hacer sus trámites médicos, además de recibir la atención necesaria.

Este sitio y la red hospitalaria del casco antiguo son los centros de salud más accesibles y cercanos para quienes viven en Bucarica.

Educación

Los niños, niñas y adolescentes que viven aquí pueden estudiar en dos instituciones públicas cercanas: El Instituto Gabriel García Márquez y el Vicente Azuero. Estos colegios han sido los centros educativos más importantes para quienes han crecido allí, formando a varias generaciones.

Una ‘escuelita gratuita’ para el arte

En este sector tan popular de Floridablanca el arte está al alcance de quien quiera aprender. Es por esto que Yolanda.

Bucarica es un epicentro deportivo

Este sector es uno de los más ‘famosos’ en términos deportivos. Ha conquistado varios torneos y campeonatos interbarriales. Toda esta apuesta por mejorar la recreación y el deporte en Bucarica la ha encarnado Sergio Urrea, instructor por más de 17 años en el vecindario.

“Tenemos patrocinadores, sin embargo, a veces tenemos que hacer rifas y bazares para recolectar el dinero necesario para los uniformes y las isncripciones de los participantes”, señaló Urrea.

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