El fríjol y la arveja se pegaron una ‘trepada’ inesperada en cuanto a su valor comercial. En una semana, estos granos pasaron de costar 6.000 pesos la libra a 8.000. Es decir, un aumento de 2.000 pesos, que el cliente sintió en el bolsillo.
Las vendedoras de legumbre de la Plaza de Mercado de Villabel alertaron sobre el aumento de este producto, que se había convertido en el reemplazo ideal de la porción de carne que falta en los almuerzos colombianos, a raíz de su elevado costo.
Así las cosas, una vez más, la canasta familiar tambalea por los sorpresivos precios. “Uno merca en abastos cada dos días, si se trata de fríjol y arveja. A mí la verdad me sorprendió el incremento de el valor”, señaló Luz Largo, mercader de esta plaza florideña.
En las últimas semanas, los vendedores habían sentido una aparente calma en la escalada de los precios, pues poco a poco se han ido estabilizando, respecto a los de principio de año.
“La zanahoria, el pimentón y la remolacha ya se están estabilizando en los precios, de hecho bajaron. Entonces más personas están comprando, al darse cuenta de que están más económicos”, agregó Largo.
Doble impacto
Así como el ciudadano se resiente ante estas alzas, el vendedor también tiene que evaluar los costos para adquirir un producto que ha aumentado significativamente su precio. “Uno pasó de pagar 40 mil pesos por la media arroba a pagar 75 mil”, agregó Johanna Chaparro, vendedora de legumbres.
Y añadió que en el caso de la arveja el panorama es peor. “La media arroba de arveja está en 85 mil pesos”, señaló.
Ante la presión de estos nuevos precios sorpresivos, las personas han tomado medidas como: evitar comprar granos frescos o reducir las cantidades.
“Acá habían clientes que compraban una libra, y ahora prefieren llevar media, otros dan las gracias y se van”, agregó Luz.
Este fenómeno de incremento de precio ya había sido predicho por el entonces director del Dane, Juan Daniel Oviedo, cuando entregó los resultados de la inflación en Julio.
El exfuncionario señaló que esta alza sería producto de una sobredemanda, “tristemente, las decisiones de los hogares generan presiones sobre otras proteínas. Lo que vemos es que hay una mayor demanda porque muchas familias están sustituyendo las proteínas animales con estas legumbres”, dijo.
Por el momento, los vendedores esperan que el alimento vuelva a costo habitual.
