Javier Uribe Camargo lleva 40 años como taxista y es uno de los ‘vieja guardia’ del poder amarillo en Bucaramanga.
Tiene un vehículo, el 661, que desde hace casi dos décadas lo conserva como su hijo adorado; un Hyundai modelo 2005 que es su alma y vida, y que hoy continúa rondando por la ciudad, prestando un servicio público cómodo, agradable y de los mejores, según dicen sus clientes.
Javier se describe como un hombre ‘camellador’, comprometido con su labor y siempre a la orden de sus pasajeros, dando el mejor de los servicios.
“Lo más bonito de manejar taxi es que uno conoce gente. Ya en lo personal es poder sobrevivir y salir adelante. Este oficio me llevó a tener una gran familia, crecer como persona y cumplir todas mis responsabilidades”, comenta Uribe Camargo, dueño de su vehículo.
Y es que tener su propio carro es un privilegio que pocos se dan. Trabajar para él, dispone de su tiempo y cuida lo que tiene.
“El taxi lo adquiero por la familia. Fue gracias a ella que me dio el impulso. Lo fui pagando poco a poco y ha sido una bendición, para mí, la señora y mis hijos”, cuenta.
Ser taxista ya no está de moda
Javier es de esos hombres clásicos que les gusta cumplir en todo.
Busca ser responsable y atento ante sus pasajeros. Como muchos, a veces le toca hacer largas filas en clínicas para coger una carrera, como Q’hubo lo encontró para hacerle la historia.
“Hoy es difícil el trabajo por muchos factores. En el transporte los que hemos sido golpeados somos los taxistas. Son las ismas calles de hace años. No hay calles nuevas. Antes uno llevaba una carrera en 10 minutos, ahora son 25’ y en el día se hacen menos carreras, pero se consume más combustible”, dice Javier, quien todos los días sale a las 7:30 a.m., de la mañana de su casa en el barrio San Luis de Bucaramanga.
Frente al tema de movilidad comenta que es dura para todos los que trabajan en el poder amarillo.
“La piratería nos tiene invadidos. Ahora es complicado transitar. Yo vivo tranquilo, por tener taxi propio, pero hoy mucha gente se involucró en el transporte público sin serlo y eso está acabando el trabajo para nosotros”, concluye este profesional del volante.
