La vida de Thomas Mauricio Sosa pende de un hilo. Desde hace tres semanas, este valiente de apenas 23 meses se enfrenta todos los días a la muerte en la Fundación Cardiovascular de Floridablanca.
Allí, conectado a una máquina, cada vez que respira es un milagro. Le realizan una terapia de oxigenación por membrana extracorpórea, más conocido como un tratamiento Ecmo. Es una carrera contra el tiempo por salvarle la vida.
Sus síntomas, los que lo pusieron contra las cuerdas, son iguales a los que deja el Covid. Eso fue lo que le dijeron a don Jorge Sosa, padre de Thomas, quien tuvo que renunciar a su trabajo en Bogotá para poder venir a velar por su hijo.
El pequeño es un verdadero guerrero. Nació prematuro y no se rindió. Es amoroso, es cariñoso, extrovertido y muy alegre. Al menos lo era hasta hace un mes cuando esta maldita enfermedad lo postró en una cama.
Está muy delgado, pero su corazón aún late con fuerza. No piensa bajar los brazos. Nunca lo ha hecho. Sin embargo, no lo va a lograr solo. Necesita de todos. Requiere sangre y plaquetas, todas las que se puedan conseguir.
Jorge no es santandereano, pero apela a la bondad de los nacidos en esta tierra. Les pide de «todo corazón» que ayuden a su hijo en esta lucha.
Para hacerlo deben acercarse a la Fundación Cardiovascular de Colombia en Floridablanca o al Hospital Internacional de Colombia en Piedecuesta. Se necesita sangre AB+ y plaquetas.
Los que quieran ayudar a Jorge y su esposa Paola Vela en este milagro pueden comunicarse con ellos al 3219397735
