En las calles del municipio ‘Garrotero’ nació un superhéroe, no se esconde en una cueva, ni tampoco tiene un extraño poder del universo. Su fuerza reside en el corazón y su único objetivo es proteger al futuro del país, como él le dice a los niños. Una bicicleta es su gran vehículo y el combustible que la mueve es el poder del cambio que dan los libros.
Se trata de Super TS, quien mantuvo su identidad oculta, hasta que notó que ya varios lo habían pillado. Ese TS significa trabajador social, pues esa es su profesión, su verdadera identidad y también su disfraz. En el 2018 empezó toda esta aventura por las calles de Piedecuesta. Empezó sin ser un superhéroe, armando una bicicleta, con un andamio para convertirla en una bibliobici, o una biblioteca ambulante que fuera capaz de llegar a todos los sitios que se propusiera.
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Inicialmente se instaló en los parques principales de su ciudad, luego empezó a bajar en esta curiosa bicicleta sin cambio hasta Quebradaseca, en Bucaramanga, en donde también llevó consigo los libros para entretener y enseñar a los niños, hijos de vendedoras ambulantes.
“Se me ocurrió crear un superhéroe, empezamos a buscar un nombre y comprendí que no podía dejar mi esencia profesional y cree un superhéroe que se llama superTS, por Trabajador Social”, contó Jorge Luis Moreno, la verdadera identidad del gran héroe criollo, y quién ahora le gusta que le reconozcan como Jorge, el trabajador social.
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Su trabajo protegiendo a la niñez tiene un objetivo loable que es contribuir a la crianza de esos niños que a veces se enfrentan a escenarios de peligro, incluso si sus madres los llevan consigo al trabajo. “Aquellas mamás que venden en su caseta, los chuzos, incluso las que venden alcohol, por más que quieran proteger a los ‘chinos’, siempre están expuestos a algo”, recalcó este superhéroe. Súper TS no trabaja solo. Para él es claro que entiendan que: “Yo soy quien me disfrazo, pero ustedes son los héroes”.
Cuenta que su figura mítica la escogió para acercarse a los niños y también para hacerles caer en cuenta que cualquiera de ellos puede ser un héroe y un líder. Al verlo con barba, “con una gran panza, entendieron que los superhéroes no son perfectos”, dice.
Así las cosas, Jorge, si bien tuvo que reducir sus salidas para luchar por la educación, ha continuado con este proyecto. Ampliando su horizonte, y dándose cuenta que también se pueden formar a adultos para convertirlos en mejores ciudadanos, por eso en sus rodadas, lleva mensajes pegados a su bici o pancartas con mensajes educativos.
