Muy central, buen ambiente y con bastante comercio así es barrio San Alonso uno de los sectores de mayor tradición que tiene Bucaramanga.
Ubicado en una zona céntrica oriental de la ciudad, representa gran parte de la economía de la comuna 13, pues de allí se desprenden grandes empresas que le dan trabajo a los bumangueses.
San Alonso está ubicado entre las carreras 27 y 32C. Además es bordeado por la Avenida Quebradaseca y la Calle 14.
Cuenta con más de 1034 casas, que no incluyen las nuevas edificaciones y su población está cerca de los 10 mil habitantes.
Allí sus habitantes, la gran mayoría son pensionados y profesionales. Además, por su cercanía a importantes centros educativos, habitan muchos estudiantes universitarios.
A su alrededor colinda con los barrios San Francisco, La Universidad, Alarcón y La Aurora.
Para muchos de sus vecinos, el barrio tiene un ambiente acogedor, es un ‘buen vividero’, sin desconocer que afrontan problemas comunitarios, el principal el tema de inseguridad.
“Nuestro barrio tiene más de 60 años, 56 manzanas, estrato cuatro y por ubicación es excelente. A sus alrededor se encuentran Universidades, la Villa Deportiva, el Hospital, Batallones, Clínicas, Centro Comercial”.
“Hoy vivimos un problema grande con la inseguridad. Hay mucha indigencia y por los alrededores de la Villa Deportiva se aglomeran. Tenemos un CAI (una moto y dos policías) que está en la rivera del barrio. Hemos querido tenerlo en la redoma del estadio, pero en muchas ocasiones se nos ha negado”, comenta Sandra Johanna Gómez Marín, nueva presidenta del barrio San Alonso.
Orígenes del barrio
La historia de San Alonso, como las de muchos sectores, está atada a la construcción de su templo. Hace ya más de cinco décadas, un sacerdote especial llegó a Bucaramanga; su nombre era Marco Antonio Jerez Fuentes. Él se propuso ser uno de los arquitectos de la casa del Creador, la misma que después bautizó así: Parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Con bingos, bazares, marchas del ladrillo y hasta recolectas cuadra a cuadra, el religioso se salió con la suya. A manera de bendición, el padre celebró al aire libre la primera misa oficial un 16 de julio de 1961.
Antes de los años 50, la verdad es que no hay un dato exacto de la fundación de San Alonso. La memoria del barrio se confunde con el pasado del otrora ‘Llano de la Mutualidad’.
Entre 1952 y 1953 varias de las casas fueron construidas por la firma Robledo Hermanos.
¿Qué problemas tiene?
El mal estado de la capa asfáltica en varios sectores del barrio es evidente. El pavimento ‘pide a gritos’ una brigada de mantenimiento.
La inseguridad es el mayor flagelo, pese a que las patrullas móviles de la Policía Metropolitana adelantan operativos de control en ese sector, se han registrado varios casos de asaltos callejeros. Además, durante los últimos meses ha aumentado la indigencia por estos lados.
Y las ‘barras bravas’, dada la cercanía al estadio ‘Alfonso López’, hacen que se altere la tranquilidad del sector durante los partidos de fútbol que se realizan en dicho escenario.
TRANSPORTE: Por su ubicación el barrio cuenta con excelente transporte, ya sea de buses convencionales o Metrolínea. También una zona donde se pueda acceder a los taxis de forma cómoda. Dentro del recorrido, Q’hubo también pudo establecer que se presta servicio de mototaxis y transporte informal y que muchas personas acceden a éste.
COMERCIO: Es muy comercial. La carrera 30 tiene muchos negocios que surten a los ciudadanos. También empresas que le dan empleo a los habitantes de la ciudad. “Este comercio es muy bueno, aunque en las noches debería ser mejor, sobre todo en la Avenida Eduardo Santos”, dicen algunos vecinos.
PARQUES: El barrio como tal no cuenta con un parque para la comunidad, solo zonas como la glorieta del estadio, la villa deportiva y una pequeña zona verde al pie del CAI de la Avenida Quebradaseca. “La Villa Deportiva es de gran importancia para la ciudad, pero a los vecinos de San Alonso les toca pagar para tomar sus servicios”, dice la líder del barrio.
SEGURIDAD: Es inseguro. El punto es estratégico para el robo, porque hay siete vías donde la delincuencia toma para desaparecer. Se han hecho trabajos, pero no son suficientes. “Pedimos a la Policía de más presencia y que el gobierno actúe de forma rápida ante la indigencia que se presenta”, dijo Sandra Gómez.
EDUCACIÓN: En el barrio no hay colegios públicos, sí algunos jardines escolares, pero alrededor se concentra la Universidad Industrial de Santander como principal motor de la educación. También el colegio Tecnológico y por el costado de arriba del barrio muy cerca la UCC.
SERVICIOS: Cuenta con todos los servicios públicos y el alumbrado es muy bueno. “El lunar que tenemos son las cornetas. Hace varios años la comunidad compró este servicio, pero desafortunadamente un grupo de personas se quedaron para su beneficio. Ahora la JAC no tiene acceso a liderar y es una falla que tiene el barrio”, comenta Luis Alfonso Martínez.
El ‘Tour de la Morcillé’
En diciembre y por tradición desde 1986 en este barrio se hace el ‘Tour de la Morcillé’. Un evento deportivo que le da vida a los ciclistas del barrio. Son 15 vueltas en la que los participantes afrontan un recorrido por todo el barrio, pedaleando cerca de 22 kilómetros del circuito. Vecinos y amigos salen a aplaudir esta competencia inusual que atrae a los más inexpertos y veteranos a bordo de un ‘caballito de acero’. Al final los ganadores reciben un collar de morcilla, comida típica de Santander, como el ganador.
Un líder en el cielo
Campo Elías Gómez fue un gran líder del barrio San Alonso. El año pasado tras sufrir un paro respiratorio dejó a sus vecinos, amigos y muchas personas que lo recuerdan con alegría. Gómez, fue taxistas y llevaba en el gremio más de 30 años. Sus amigos lo recuerdan como un hombre amable, justo y que siempre estaba dispuesto a colaborar. “Fue un gran líder Cívico y conocía mucho de San Alonso. Le ayudaba a las personas con información para salir adelante”, dijo Luis Alfonso Martínez.
Un ‘gigante’ que no es para ellos
El barrio cuenta con la villa deportiva Alfonso López, está en sus terrenos, pero muchos de sus vecinos comentan que les falta que los dejen participar a ellos. “Es de nuestro barrio, pero no tenemos derecho a utilizarla. Allí queda la cancha Marte pero toca pagar para utilizarla, al igual que la cancha de La Juventud y que decir de los otros coliseos como los de combate, las canchas de tenis, el velódromo”, comenta Sandra Gómez, líder de San Alonso.