Los padres de Zoe Alejandra Florián Lizarazo sintieron un profundo temor al recibir la noticia de que su hija se sometería a una cirugía para corregir una malformación que tenía en las arterias del corazón.
Todo empezó cuando, de forma inesperada, la pequeña sentía fuertes ‘picadas’ en el pecho y tuvo que dejar paulatinamente de jugar y correr como cualquier niña de su edad.
Ante esta desilusión, los padres la llevaron al médico para saber qué le sucedía. La respuesta de la medicina fue clara: hay que operar. El diagnóstico de la niña era una malformación en las arterias del lado izquierdo del corazón.
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“Cuando nos dijeron sobre la enfermedad, los médicos me enfatizaron en que era urgente operar porque esto podría provocar muerte súbita. Me tocó viajar de emergencia a Bucaramanga y en la Fundación Cardiovascular la atendieron y operaron”, recuerda Mayra Alejandra Lizarazo, madre de Zoe.
La preocupación no solamente se centraba en el resultado de la operación, sino en el desamparo y miedo que sentiría la niña al vivir una experiencia de este tipo. “Ella es una niña muy nerviosa”, contó la madre.
Lo que no imaginaron los padres y la paciente es que también había un antídoto para el miedo. En la Fundación Cardiovascular de Colombia, en donde la pequeña se sometería a la cirugía, un equipo de médicos y profesionales de la salud le pusieron unas gafas a Zoe para que se relajara antes de la cirugía.
¿Cómo funcionan?
Con estas gafas de realidad virtual, los médicos ‘sacan’ a los pacientes del ambiente hospitalario para trasladarlos a escenarios de juego. “En muchos casos los pacientes, incluso entrando con sus padres, sienten un gran temor; sin embargo, con las gafas disminuyen la ansiedad de lo desconocido”, asegura María Constanza Basto, médica.
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Antes de ingresar a la sala de cirugía, los pacientes, en especial los niños, pueden ver a través de esas gafas imágenes y escenarios que los tranquilicen.
“Les ponemos las gafas con un vídeo -que usualmente es de un fondo marino- y como es realidad aumentada, el niño se siente como si estuviera buceando, viendo los peces, los corales y todo lo que puede pasar en el fondo del mar”, explica la anestesióloga.
Ya son más de diez pacientes en esta área los que han participado de esta técnica. De hecho, en el Hospital Internacional de Colombia están planeando usar esta metodología, incluso en el retiro de puntos para bebés.
