El 10 de marzo del año 2015 un fuerte sismo de magnitud 6.6 en la escala de Richter con epicentro en Los Santos, Santander, dejó a los feligreses del municipio de Matanza sin iglesia.
Ubicado a 35 kilómetros del norte de la ‘Ciudad Bonita’, el templo religioso del municipio de Matanza fue uno de los más afectados por el movimiento telúrico, junto a los de Rionegro, Suratá y California.
Considerado como patrimonio cultural, este templo religioso es uno de los más añorados por los santandereanos, no solo por los vivientes del municipio, sino por los transeúntes que llegan a Matanza con la ilusión de volver a disfrutar una celebración eucarística en la parroquia.
¿Qué pasó con la iglesia?
Luego de estar cerrada por los daños internos y externos que sufrió la iglesia, se hicieron estudios pertinentes y se elaboró un proyecto de intervención por parte de la Gobernación y la Secretaría de Cultura.
Tiempo después se encontró un daño superior al que se registraba en los estudios iniciales. Este tenía que ver con las columnas del templo. Esto trajo como consecuencia una reestructuración del presupuesto.
Para ese momento en el que se detectó el daño, quedaba faltando la cúpula y el presbiterio, lugar donde se celebra la santa Eucaristía. Sin embargo, las otras partes como el piso, las paredes, las torres y el campanario se encuentran en buen estado.
Según se conoció, ya se ejecutó todo el presupuesto que se tenía por lo que en este momento al municipio de Matanza le corresponde buscar esa adición.
En este caso el Alcalde o el párroco, serán quienes busquen al personal de arquitectura y luego lo presenten con los delegados pertinentes, quienes son los encargados de dar la aprobación frente a las intervenciones.
La comunidad del municipio sigue esperando el glorioso momento en el cual el templo les abra sus puertas.
Para nadie es un secreto que los matanceros sienten tristeza y un profundo pesar por la ausencia de su adorada iglesia, la cual se registra como una de las más antiguas del territorio santandereano. La comunidad sigue confiando en la gestión aunque sea un proceso demorado.
