Aunque en ciertos momentos ha descendido a un rango “aceptable”, actualmente la calidad del aire en Bucaramanga es “buena”, según las autoridades locales con base en los resultados de las más recientes mediciones técnicas.
Investigaciones desarrolladas en el área metropolitana establecieron que el parque automotor, que en estos momentos supera los 760 mil vehículos, genera alrededor del 90% de las cargas de contaminación atmosférica.
Este alarmante porcentaje de polución en el que inciden los automotores. es la principal razón de la implementación del Pico y Placa en la capital santandereana.
Autoridades e investigadores locales evidenciaron que se lograría un impacto positivo hasta del 48% en la calidad del aire de la ciudad, con la restricción vehicular que está vigente entre las 6:00 a.m. y las 8:00 p.m.
Los expertos señalan incluso que podrían identificarse más beneficios, ya que algunos componentes y partículas contaminantes no han sido sometidas a mediciones técnicas en los últimos años.
Con el propósito de emprender nuevas investigaciones de este tipo, la Universidad de Santander, Udes, y la Dirección de Tránsito de Bucaramanga firmaron un convenio para realizar estudios sobre diversas problemáticas en materia de movilidad.
Investigaciones en los próximos cinco años
Miguel Pérez, docente e investigador de la Udes, informó a Vanguardia que en 2019 se publicó “una investigación realizada con Tránsito, Secretaría de Salud de Bucaramanga y Cdmb. Medimos indicadores de agentes contaminantes como el PM10 (partículas dispersas en la atmósfera) y el ozono troposférico (compuesto químico)”.
“Con el actual esquema de Pico y Placa observamos que existe una reducción hasta del 5,6% de casos por enfermedades respiratorias en la ciudad”, precisó Pérez.
Aunque dicho estudio identificó que la restricción vigente “permite 48% de ganancia ambiental en cuanto a emisiones de PM10”, en aquel entonces no hubo suficiente información sobre los demás agentes contaminantes.
“En esta investigación quedó pendiente analizar otros indicadores como el PM2,5 (partículas muy pequeñas), que también es muy importante en términos ambientales y afecta la salud humana. Este es el reto para los nuevos estudios. Buscamos, en apoyo con las entidades oficiales, aumentar la producción de artículos científicos, proyectos de investigación, tesis de grado. Esta articulación es muy importante para tomar de decisiones”, indicó el investigador de la Udes.
Este convenio con la Dirección de Tránsito de Bucaramanga se firmó con una duración de cinco años, conforme con lo detallado.
Desde la Universidad de Santander también se gestionan otras alianzas similares, como por ejemplo con el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, con miras a estudiar y analizar el impacto de la motocicleta en la conurbación en materia de accidentalidad, contaminación, entre otros aspectos.
Disminuye 20% la cantidad de vehículos
Las estadísticas del Gobierno de Bucaramanga señalan que la capital santandereana diariamente soporta cerca del 70% del parque automotor registrado en el área metropolitana, es decir, alrededor de 500 mil vehículos.
Según las autoridades, el Pico y Placa permite reducir en un 20% el impacto de esta cantidad de automotores mediante la reducción en el número de vehículos en circulación.
Iván Rodríguez, jefe (e) de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, indicó que “en términos de emisiones contaminantes es claro que existe un impacto positivo con el Pico y Placa. De hecho, esta es la motivación de tener dicha restricción en la ciudad, su motivación es de origen ambiental”.
“Este convenio con la Udes no tiene derogación presupuestal, la entidad no invierte dinero. Se trata de una alianza para desarrollar ideas desde la academia y fortalecer la institucionalidad pública, en este caso en materia de movilidad y medio ambiente”, agregó el funcionario.
Otra de las investigaciones desarrolladas con la Udes y que se implementó en la ciudad, fueron aquellas franjas habilitadas para que los motociclistas se ubiquen a pocos metros de los semáforos en vías como la carrera 27, con el fin de que puedan partir con mayor prontitud cuando haya cambio a luz verde y prevenir accidentes.
