Entre agujas e hilos, ‘metida de cabeza’ en su oficio trabaja Osiris Correa, una bumanguesa que se ha ganado el cariño de sus clientes y de quienes la conocen en el barrio La Concordia.
Hace 20 años llegó a trabajar en la venta de cascos y chalecos, después de que el Ministerio de Transporte decretara el uso obligatorio de esta protección las motocicletas.
Allí comenzó la rutina que hoy la tienen como una de las expertas en la materia.
“Cuando salió la resolución y las normas vivía en este sector. Comenzamos a vender cascos y chaquetas en las calles y así se inició el comercio por esta zona.
“Aprendí de forma empírica y mi fuerte fue arreglar cascos. Hoy fabrico chalecos para motos y tengo una gama en tornillos para motos”.
Y es que tapizar y arreglar cascos se volvió una tarea de todos los días para Osiris.
“Vi la necesidad de coser y marcar los chalechos. Solita comencé con una máquina de las antiguas y poco a poco le fui ‘cogiendo el hilo’. Hoy, ocho años después, ya tengo una moderna de máquina plana y con un local en toda la carrera 18”.
Finalmente cuenta que este oficio no es difícil, es tener creatividad, paciencia y poder darle al cliente lo mejor.
“Los terminados es el éxito del trabajo. La mayoría de cascos de motos se arreglan, se le hace un estilo se cambia tela que va por dentro, la espuma y se busca el color adecuado”.