Mientras la mayoría de la población organizaba y celebraba la Nochebuena, los sicarios fraguaron dos ataques que se perpetraron en Bucaramanga y que le arrebataron las vidas a dos personas en plena Navidad.
Sumando estos dos hechos recientes, en lo corrido de 2021 Vanguardia ha registrado en sus páginas 15 ‘sicariatos’ cometidos en el área metropolitana, los cuales han dejado 16 víctimas mortales y al menos cuatro heridos de consideración.
Las autoridades advierten un incremento en el número de homicidios en la conurbación y alertan los impactos negativos de ‘una economía de guerra’ en la ciudad, impulsada principalmente por el microtráfico y actividades criminales de grupos organizados, como aquellos que se dedican al hurto de automotores.
De hecho desde el Gobierno Nacional se precisó que, contrario a lo registrado en el país, en la capital santandereana se ha evidenciado un crecimiento en la tasa de homicidios durante los últimos años.
Es pertinente indicar que el área metropolitana de Bucaramanga es uno de los territorios que este año se priorizó en el ‘Plan 100 Contra el Microtráfico’, liderado desde el Ministerio del Interior.
“La tasa de homicidios de Bucaramanga, a diferencia de la tasa nacional, ha presentado una tendencia creciente desde 2014. En ese momento, la tasa por cada cien mil habitantes era de 20,1 y en el 2019 esta pasó a 22,13, lo cual representa un aumento de 2.04 puntos”, se advierte en el diagnóstico más reciente elaborado por el Departamento Nacional de Planeación y la Policía Nacional, publicado en 2020.
En dicho estudio las autoridades identificaron que el 14,53% de los homicidios registrados en la ‘Ciudad Bonita’ se perpetraron mediante la modalidad de ‘sicariato’. Alrededor del 74% de las muertes tuvieron como móvil las riñas y la intolerancia.
Van 190 homicidios notificados
Ni la cuarentena pudo evitar que aumentara la cantidad de homicidios en el área metropolitana, tal y como se puede apreciar en el gráfico.
Las cifras recopiladas entre enero y noviembre de 2021 prácticamente igualan el reporte acumulado de los 12 meses del año anterior. Tal incremento en las muertes ocasionadas fue advertido por la Defensoría del Pueblo, organismo que emitió una alerta temprana ante instituciones como la Alcaldía de Bucaramanga y la Policía Metropolitana.
Q’hubo trató de obtener un pronunciamiento por parte de la Administración Municipal, pero no hubo respuesta oficial de ningún funcionario consultado. Igualmente se solicitó una entrevista con un vocero de la Policía para despejar varias inquietudes, pero hasta el cierre de la presente edición tampoco fue posible.
El área, eje para el crimen organizado
Bucaramanga y sus municipios vecinos se convirtieron en un territorio “importante” para el acopio y distribución de drogas psicoactivas en el oriente del país, al igual que para el lavado de dinero, advierte la Defensoría del Pueblo.
Desde la conurbación se lideran cadenas de transporte y comercio hacia otros municipios del departamento, para enviar principalmente “clorhidrato de cocaína”.
“Los grupos armados ilegales y los grupos delincuenciales ligados al negocio del narcotráfico y economías ilegales están amenazando la tranquilidad de los ciudadanos de Bucaramanga y su área, al utilizar esta región para el lavado de activos y el tránsito, albergue u ocultamiento de sus integrantes”, advirtió Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
Además de Bucaramanga, los gobiernos de Floridablanca, Girón, Piedecuesta y la Gobernación de Santander también recibieron la alerta temprana en mención por parte del Ministerio Público: “en estos municipios hay ‘una economía de guerra’”.
Las autoridades revelaron los impactos negativos ocasionados por el microtráfico en el área, “entre los hechos recientes que han detectado los analistas de la Defensoría del Pueblo se destacan: homicidios; instrumentalización de niños, niñas y adolescentes; violencia letal contra población socialmente estigmatizada; violencias basadas en género contra mujeres, y amenazas contra los líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y líderes sindicales”.
Investigan presunta relación con alias ‘Pichi’
Uno de los dos ‘sicariatos’ reportados el pasado fin de semana en Bucaramanga tuvo lugar en el barrio Villa Rosa, a las 9:50 p.m. del pasado sábado.
Dos sujetos a bordo de una motocicleta dispararon en varias oportunidades contra la humanidad de William Saavedra Contreras. De acuerdo con lo revelado por las autoridades de forma preliminar, la víctima en este caso fue el hermano de una cuñada de alias ‘Pichi’, uno de los cabecillas del microtráfico en el área metropolitana.
La Fiscalía General de la Nación responsabiliza a alias ‘Pichi’ y su banda por “la distribución de drogas en diferentes puntos del norte de Bucaramanga y su área metropolitana, municipios de Cesar, Norte de Santander y el Magdalena Medio.
“La droga era comprada en Cauca. En Bucaramanga, Girón, Lebrija, Piedecuesta, Floridablanca, Rionegro, Sabana de Torres y El Playón (Santander), esta red, al parecer, coordinaba 30 puntos distintos de distribución de cocaína, marihuana y bazuco”, precisó el ente investigador.
En enero pasado ‘Pichi’ fue enviado nuevamente a la cárcel, en una prisión de máxima seguridad en Valledupar. Desde 2018, incluso con ‘Pichi’ tras las rejas, se ha librado una sangrienta batalla en las calles del área metropolitana de Bucaramanga debido a disputas entre diferentes bandas de microtráfico.
Justamente a esta lucha por el dominio en el comercio de psicoactivos se atribuye el reciente ‘sicariato’ de William Saavedra Contreras en el barrio Villa Rosa, conforme con lo arrojado por las pesquisas iniciales de las autoridades.
Conforme con lo precisado en estos momentos Bucaramanga y el área sufren enfrentamientos por parte de bandas de microtráfico como “Los del Sur” y “Los de San Rafa”.
En julio pasado hubo otro ataque con arma de fuego que relaciona a alias ‘Pichi’. Fredy Camargo, uno de sus hermanos, fue baleado en el barrio San Rafael.
No se escapó de la muerte
Otro ‘sicariato’ que resalta entre los 15 casos reportados en 2021 es el homicidio de William García Castro, quien ya había sufrido un atentado en años anteriores.
En agosto de 2018, en el norte de Bucaramanga, William fue abordado por sicarios que dispararon en repetidas ocasiones. Sin embargo el individuo sobrevivió a dicho ataque, también atribuido a disputas y retaliaciones entre bandas de microtráfico.
Pero no pudo escapar de la muerte. Tras ausentarse por casi dos años de la ciudad, William regresó y el pasado dos de junio los sicarios lo volvieron a interceptar, en esta oportunidad en el barrio Los Comuneros. Allí lo ultimaron con varios impactos de bala.
‘Sicariato’ en el montallantas
El primer ataque de sicarios este año en Bucaramanga se reportó el pasado 24 de febrero, al interior de un montallantas localizado en la carrera 17 con calle 56 del barrio Ricaurte.
José Miguel Arias Gutiérrez, de 31 años de edad y conocido con el alias de ‘Muñeco’, fue víctima de múltiples disparos con arma de fuego mientras esperaba servicios para su moto.
Al menos en 12 oportunidades le dispararon, conforme con lo precisado por las autoridades.
El móvil de este crimen, de acuerdo con lo revelado en principio por los organismos de investigación, está relacionado con ‘ajuste de cuentas’ entre bandas que comercializan psicoactivos en Bucaramanga y su área.
Concierto para delinquir, desaparición forzada, homicidio; tráfico, fabricación y porte de estupefacientes; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, accesorios, partes y municiones son algunos de los cargos que la Fiscalía imputó en contra de la banda dirigida por alias ‘Pichi’.