La Contraloría de Bucaramanga abrió indagación preliminar para determinar si la Alcaldía o la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, incurrieron en posibles daños fiscales al transportar las basuras de la ciudad a Aguachica, por cierres en El Carrasco durante el mes de agosto.
El ente de control fiscal tomó esta decisión al asegurar que el traslado de residuos sólidos al relleno sanitario Las Bateas, en el municipio de Aguachica, Cesar, pudo estar sujeto a conductas susceptibles de reproche fiscal, lo que pudo afectar el patrimonio estatal. Con esta indagación preliminar la Contraloría Municipal también busca identificar posibles responsables, entre servidores públicos y privados, que hubieran intervenido en el traslado de basuras.
Según Rolando Noriega, contralor municipal (e), tanto la Alcaldía de Bucaramanga como la Emab pudieron incurrir en daños fiscales al llevar las basuras hasta Aguachica sin previa autorización del alcalde Robinson Manosalva, quien se opuso a que ingresaran más de 30 camiones con residuos sólidos, provenientes de varios municipios de Santander, incluido Bucaramanga.
“El Alcalde de Aguachica no recibió las basuras y los camiones tuvieron que regresar a la ciudad. Estamos indagando si en ese recorrido hubo falta de planeación, inversiones injustificadas o falta de coordinación con la Alcaldía de Aguachica”, sostuvo Noriega.
La negativa de Aguachica
En agosto, cuando se ordenó el cierre definitivo del relleno sanitario El Carrasco, varios municipios de Santander intentaron depositar sus basuras en el sitio de disposición final Las Bateas, de Aguachica, Cesar.
Sin embargo, el alcalde Robinson Manosalva impidió el ingreso de más de 30 camiones cargados con los residuos sólidos de Bucaramanga, Floridablanca y otros municipios de Santander.
Por la negativa del mandatario, la Procuraduría abrió investigación en contra de Manosalva, argumentando que su impedimento pudo generar una crisis ambiental en Santander.