Conductores se meten por una trocha para no pagar el peaje de Curití

En una acción de evasión, casi que normalizada cuando viajan en sentido Bucaramanga – San Gil, al parecer los transportadores toman el desvío ubicado cerca a la estación de servicio en el sector de Brigadier, atravesando la zona rural y saliendo al ramal de Curití.
Por este hecho, los residentes del conjunto residencial Terra del Fikal -ubicado a un costado de la vía en la vereda Palmira- instauraron una acción judicial que fue resuelta a su favor el 14 de octubre de 2020 y confirmada en segunda instancia el 6 de noviembre del mismo año.
“Acceder a la pretensión de cumplimiento del numeral sexto del acuerdo 005 del 29 de mayo de 2010 aprobado por el Concejo de Curití, sancionado y publicado por el ejecutivo municipal”, dice parte de la sentencia de la acción de cumplimiento.
El acuerdo en cuestión donde se establece las prohibiciones para que transiten por las vías del municipio vehículos de carga superior a 10 toneladas o con más de dos ejes, ordena además en el artículo sexto que la competencia para hacer cumplir cada una de las restricciones la hará la autoridad de tránsito o en su debido caso un profesional universitario de la Secretaría Administrativa y de Gobierno con funciones policivas.
El problema para los habitantes del Fikal, como Carlos Flechas, es que nadie va a hacer controles, y si lo pusieran en determinadas horas, eso tampoco serviría de nada porque el paso de los vehículos de carga es constante, hasta en las madrugadas.
Eso ha generado un deterioro notable de la vía y un riesgo para las familias. Claudia Vargas Pérez, otra habitante del sector, manifiesta que en la inestabilidad del carreteable destapado, transitar con su familia junto a los enormes camiones le genera miedo, con el agravante de ya ser testigo de como alguno de estos vehículos de carga terminan volteados, con las ruedas al aire.