En la parte posterior del Salón Comunal del barrio Ciudad Valencia, Comuna 7 de Floridablanca, colindando con la quebrada Zapamanga, en un terreno que era baldío, carcomido por la maleza y utilizado como guarida de consumidores de drogas y habitantes de calle, fue adecuada una huerta comunitaria.
Desde hace cuatro meses aproximadamente, líderes comunales y residentes se unieron para trabajar mancomunadamente en la adecuación del terreno, del que pronto se espera cosechar los mejores productos del agro para comercializarlos a los mejores precios.
Luz Stella Pabón, presidente de la Junta de Acción Comunal de Ciudad Valencia, manifestó que, por el momento, tienen siembras de papaya, yuca, aguacate, acelga, pimentón, orégano, sábila, hierbabuena, plátano, lechuga y tomate.
“Es un proyecto que nos trajeron algunos ambientalistas, estudiantes de la Universidad Industrial de Santander. Aceptamos porque además de ser una buena idea, nos permitía recuperar la zona.
“Le hemos metido todas las ganas y nos sentimos satisfechos porque lo que hoy tenemos, fue realizado con nuestras propias manos”, precisó la líder comunal.
Para la ejecución de esta iniciativa, dijo Pabón, se adelantaron varias reuniones, entre otras cosas, para definir el diseño y vincular a la mayor cantidad de voluntarios posibles.
Actualmente en la huerta participan todos los miembros de la Junta de Acción Comunal y al menos unas 30 personas de todas las edades.
“Los primeros dos meses fueron duros porque se sacó tierra, piedra y todo tipo de desechos, hasta colchones.
“En época de pandemia, varios indigentes buscaron donde acomodarse y muchos encontraron refugio aquí; debido a esta situación hasta sufrimos robos en el Salón Comunal”, subrayó Pabón.
Luz Stella Pabón, presidente de la Junta de Acción Comunal de Ciudad Valencia.
Luis Fernando Arias, coordinador de la huerta, manifestó que este trabajo se convierte en una excusa perfecta para llamar la atención de las personas a que preserven los recursos naturales, pues el proyecto incluye hasta una ‘zona compost’, donde todos los residuos orgánicos que se generan en casa son dejados allí para darles el tratamiento pertinente y así poder generar el abono que requiere la huerta.