Residentes en los barrios Balconcitos y Campohermoso, al occidente de Bucaramanga, están muy preocupados por las constantes explosiones que ‘sacuden’ las bases de las laderas que rodean sus viviendas.
Según ellos, la minería ilegal sigue siendo una amenaza latente, con prácticas que ponen en peligro la estabilidad de la meseta y, por ende, la seguridad de cientos de hogares. Las detonaciones, generalmente realizadas en horas nocturnas, son cada vez más frecuentes y de mayor intensidad, lo que ha generado un aumento de la preocupación entre los vecinos de la zona.
Se han encontrado cuevas y los utensilios que se usan para este ejercicio, el cual podría desestabilizar el área circundante a los referidos barrios Campohermoso y Balconcitos.
Los afectados aseguran que la actividad minera ilegal se desarrolla sin ningún tipo de control, lo que agrava el riesgo de deslizamientos de tierra y la afectación de las infraestructuras viales y residenciales: “Entre las zonas que podría estar en riesgo es la estructura del Viaducto de la Novena, el cual colinda con las escarpas de la Comuna García Rovira”, dijo uno de los líderes cívicos de esta parte de Bucaramanga.
Reiteró que las explosiones están siendo ejecutadas en las laderas más cercanas a las viviendas, lo que podría comprometer la estabilidad de los terrenos, tal y como ya ha sucedido en otros puntos de la ciudad.
El problema se ha incrementado durante las últimas semanas, cuando grupos de trabajadores informales, sin las debidas precauciones de seguridad, han intensificado sus labores en la zona.
A pesar de las denuncias y de la presencia de autoridades, como la Policía y el Ejército, la minería ilegal sigue operando en la oscuridad, aprovechando la falta de vigilancia en las horas nocturnas. “Las explosiones son tan fuertes que a veces se sienten como terremotos. Vivimos con miedo constante de que algo malo suceda”, comentó Marta Hernández, residente del barrio Balconcitos.
¿Qué están haciendo las autoridades?
Según el Municipio, se redoblaron los esfuerzos para combatir la minería ilegal en la escarpa occidental de la meseta; esta vez en los sectores de Campohermoso y en la hondonada del Puente de La Novena. Tales intervenciones forman parte de una estrategia coordinada para frenar los daños ambientales ocasionados en estas áreas vulnerables, que son vitales para la protección de la biodiversidad y la estabilidad geológica de la región.
De hecho, según el parte oficial, 12 mineros ilegales han sido sorprendidos liderando movimientos de tierra en las escarpas de Bucaramanga. A los detenidos, la Policía Ambiental les decomisaron mangueras, picos, palas, bombas de agua, elementos con los cuales estaban afectando la cuenca. Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad competente.