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A Bucaramanga llegaron otros 7.000 vendedores informales

En zonas como el Centro y Cabecera crece la ocupación de vías y andenes, mientras las autoridades tratan de recuperar corredores como la calle 36.

Los estudios preliminares de las autoridades advierten sobre un significativo incremento en la cantidad de vendedores informales en las calles de Bucaramanga, durante los últimos tres años. Se calcula que otras 7.000 ventas callejeras ocupan andenes, vías y espacios públicos en Bucaramanga.

Para dimensionar parte de esta creciente problemática basta con recorrer algunos corredores en el Centro de Bucaramanga, como las carreras 16, 17 y 18, en donde la ocupación de la vía llegó a tal punto que el espacio para el paso de automotores se redujo a un solo carril.

La cantidad de vendedores en la zona céntrica ya desbordó el perímetro del Paseo del Comercio, en donde literalmente no cabe una venta más. Los frentes de locales comerciales en tramos como la carrera 17 entre calles 36 y 33 se llenaron de ventas informales.

Tal y como se puede apreciar en las imágenes captadas por Vanguardia, cada vez se pierde más la movilidad en el Centro de Bucaramanga debido a la ocupación de vías y andenes, con estanterías, vitrinas, maniquíes, carritos y hasta cocinas ambulantes.

¿Cuántas ventas informales existen en las calles de Bucaramanga?

El Gobierno de Bucaramanga, de acuerdo con estudios realizados por el Dane y censos efectuados en pasadas administraciones, calcula que actualmente en el perímetro urbano existen más de 10.000 ventas callejeras.

Cabecera, Real de Minas, La Concordia, Antonia Santos, San Francisco, Galán y Quinta Dania, son algunas de las zonas de la capital santandereana en donde la problemática creció a tal punto que las comunidades piden intervenciones de las autoridades.

De hecho, la creciente ocupación de vías y parques en Cabecera es una de las razones que motivó la reciente protesta liderada desde la Junta de Acción Comunal, el pasado 14 de septiembre. Los vecinos del sector denuncian afectaciones, como proliferación de roedores, en escenarios como el parque San Pío y sus alrededores, a raíz de ventas de comestibles con prácticas inadecuadas de salubridad.

Los indicadores oficiales estiman que entre 2021 y 2024 la cantidad de ventas informales se incrementó en más de 7.000 puestos en Bucaramanga, entre estacionarios, semiestacionarios y ambulantes.

Estas cifras fueron reveladas por el Departamento Administrativo de la Defensoría Del Espacio Público, Dadep, tras adelantar una caracterización que finalizó a comienzos de 2021.

“En su estudio de diagnóstico se registró en su base de datos un total de 3.026 vendedores informales. Sin embargo, son datos tomados en plena pandemia”, precisó la actual administración municipal.

A partir de estudios y resultados publicados por el Dane, el Gobierno de Jaime Andrés Beltrán calcula que esta cantidad de ventas en las calles creció hasta superar los 10.000 puestos en la actualidad.

‘Cero y van dos’ administraciones con proyectos fallidos con ventas informales en Bucaramanga

Entre 2014 y 2015, Bucaramanga registró uno de los proyectos con mayor impacto positivo en la organización de vendedores informales. Se despejó y recuperó el Paseo del Comercio, además de los entornos en las plazas de mercado, y se desarrolló con éxito la estrategia de reubicación en establecimientos como San Bazar, San Andresito, Cosmos y Feghalí.

Con el cambio de administración, entre 2016 y 2019 se perdió parte del trabajo realizado y nuevamente se volvieron a ocupar las calles, principalmente en el Centro. Uno de los proyectos más anunciados y que resultó fallido fue el Plan Maestro de Espacio Público, mediante el cual se pretendió cobrar por el uso del espacio público a los vendedores.

Tal y como ocurrió en varias capitales del país, en Bucaramanga los impactos de la pandemia también originaron un crecimiento en los índices de informalidad. Entre 2020 y 2023, el Gobierno Local llevó a cabo censos y caracterizaciones, pero no logró avances significativos en términos de organización o reubicación.

De hecho, el año pasado se registraron varios incidentes por roces y peleas entre vendedores locales y ciudadanos migrantes, en entornos como el Paseo del Comercio.

Alcaldía de Bucaramanga iniciará un nuevo estudio con vendedores informales

En palabras del gobierno actual, “en este momento el Municipio no cuenta con un marco regulatorio, por falta de evidencias físicas para gestionar el espacio público”. Según lo señalado, en los censos realizados anteriormente se cometieron errores y omisiones, por lo que es necesario recabar información con datos actualizados y precisos.

Por dicha razón la Alcaldía de Bucaramanga inició un proceso de contratación, por cerca de $150 millones, para censar, caracterizar y georreferenciar cada venta callejera en el perímetro urbano.

Por medio de este proyecto, las autoridades pretenden identificar a cada vendedor, conocer detalles como su familia y lugar de residencia, además de marcar con dirección y punto exacto en un tablero electrónico el sitio de actividades del ciudadano en mención.

La Alcaldía explicó que dicha información será un “insumo para el diseño de un plan de acción de recuperación del espacio público en Bucaramanga”.

Mientras se recaba la información requerida, el Gobierno Local avanza con intervenciones de despeje y recuperación en ciertos puntos críticos del Centro.

En la presente semana Vanguardia evidenció trabajos articulados entre Alcaldía y Policía a lo largo de la calle 36, en donde se instalaron vallas con el objetivo de recuperar el espacio público. Este tipo de acciones también se adelantan en los alrededores de la antigua plaza San Mateo.

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